todos hemos oído muchas veces relatos de animales domésticos, especialmente perros, que crean un vínculo tan estrecho con sus dueños que acaban sintiendo una sintonía emocional con ellos y cuando uno se entristece o se alegra, el otro siente lo mismo. de igual manera tenemos todo un arsenal de relatos sobre mascotas que acaban sobre las tumbas de sus amos, llorando por ellos.
sin llegar a estos extremos este perro ha sentido a menudo una vinculación de esta naturaleza con su Amo. a menudo, demasiado a menudo tal vez, y a pesar de la distancia, cuando mi Dueño me ha preguntado como voy, una pregunta que hace varias veces al día para controlar a su perro; al contestarle, el sentimiento ha sido compartido. este perro ha comenzado a pensar que el vínculo entre Amo y esclavo, entre Dueño y propiedad, entre Dominante y sumiso, puede llegar a trascender la distancia y la lejanía. esta "intuición" no es fruto de un deseo o de una suposición, sino de la experiencia concreta de la relación que mantiene este esclavo con su Dueño.
someterse no es, al menos en el caso de este perro, un hecho fruto del deseo y el morbo, que también, sino un poner su vida de perro a los pies de su Dueño. cuando eso ocurre, El adquiere el poder de cogerla y protegerla, pero también de pisarla con sus botas y hacerte sufrir, de moldearla, de atarla, de encerrarla.... El se convierte en tu Dueño. si te quedas con algo, es algo se los estás privando a tu Amo, se lo estás robando. no es un acto concreto, es todo un proceso que no termina pero que debe ir avanzando y progresando. cuando eso es así se establece un vínculo que no termina cuando te desatan, o cuando te corres, o cuando la calentura se va. ese vínculo trasciende esas situaciones y te afecta profundamente a nivel interior. llega un momento en que tu idea de felicidad es arrodillarte delante de tu Amo y lamer sus botas, u ofrecer las manos para que te las ate, o desear que te amordace profundamente. entonces hasta la más pequeña decisión te incomoda, porque no la toma tu Dueño, aquél que tiene tu voluntad, tus deseos, tu capacidad de elegir.
tu vida de esclavo mira y gira alrededor de tu Dueño, y sus palabras se convierten en palabras poderosas. basta una de ellas para hundirte hasta lo más profundo o para eleverte hasta el ciero más alto. un gesto es suficiente para convertirte en el ser más adortunado del universo, o para desear morir de vergúenza por haber fallado o merecer una reprimenda. ese es el enorme poder del AMo y no debe ser tomado a la ligera. por eso a menudo veo Amos que no son capaces de controlarse a sí mismo y que van por el mundo "dominando" esclavo, cuando lo que realmente hacen es jugar a ser Amos.
en estas circunstancias no sólo tu voluntad, sino también tu afectividad, está en poder de tu Amo. tus sentimientos también son suyos, para que El los modifique, los controle, los encierre o utilice en tu proceso de crecimiento como esclavo. en todo este proceso se produce una sincronización, un "amoldamiento" de la forma, la voluntad y los sentimientos del esclavo hacia los de su Amo. es una especie de ajuste, el esclavo va "formando parte" de su Señor, aprende a obedecer antes de que le ordenen, sabe en su interior que su Amo no aceptará una cosa que se le está ocurriendo, incluso antes de que suplique permiso para hacerlo, o incluso sentirá las cosas como su Amo las siente, antes de expresarlas. el esclavo se va configurando como su Dueño, porque el proceso de sumisión es irse convirtiendo en parte de El. en una especie de extensión donde el cerebro manda, y el miembro obedece, sin mediaciones, sin dudas, sin cuestionamientos, de manera ciega y absoluta.
este perro no ha llegado a ese punto, pero la sincronización emocional que ha experimentado le indica que anda por buen camino. ojalá pueda recorrerlo del todo y ojalá muchos esclavos tengan la suerte de vivir algo así.
feliz semana.