lunes, 26 de marzo de 2007

En la moto de mi Amo IX

Casi no podía mantenerme en pie. Menos mal que los dos esclavos me sujetaban y arrastraban por aquel pasillo escasamente iluminado. No reconocía nada aunque tampoco había nada que reconocer; las mismas paredes de cemento desnudo y las luces tenues. Había una serie de puertas que estaban cerradas a cada lado del pasillo, de metal, frías.Doblamos dos esquinas y llegamos delante de otra puerta. La verdad es que no se distinguía especialmente de ninguna otra. Sin duda la organización de aquel sótano estaba hecha para desorientar a cualquier, cualquiera que hubiera tenido algún punto de referencia,algo que no era mi caso. Me sentía completamente perdido, en todos los sentidos.
Los esclavos que me llevaban abrieron la puerta y me empujaron dentro. Caí de rodillas y levanté ligeramente la cabeza. Allí estaban cinco Amos, cada uno sentado en un sillón con brazos. Todos estaba muy serios. Los recorrí rápidamente buscando a mi Amo. En segundo vi que estaba justo en el centro. Nuestros ojos se encontraron y yo bajé la mirada. Debía tener un aspecto patético, de rodillas, desnudo, con las manos esposadas al collar, como quien reza o suplica. Sabía que debía portarme como lo que era, un esclavo sumiso.
Nadie dijo nada. Pude comprobar que quedaba una silla vacía. Todos parecían esperar. Entonces, en un extremo se abrió una puerta y entró alguien. No me atreví a mirar directamente. Sólo pude ver unas botas que se acercaban a la silla que faltaba, ocupándola.-¡Esclavo!-dijo uno de los Amos. Yo levanté la cabeza.-Tu Amo ha dicho que te has entregado y pide que seas admitido en La Comunidad. Si aprobamos tu ingreso esto solo será el comienzo. Tendrás que seguir un arduo entrenamiento porque buscamos siempre lo mejor en lo mejor con lo mejor. Tu Amo dice que tienes posibilidades, que eres lo suficientemente sumiso como para servir bien. Eso está por ver.
Nadie se movía, todos me miraban fijamente muy serios.-Si quieres entrar debes suplicarlo a Nosotros, pero ten cuidado, esta es una decisión de por vida. No podrás abandonar La Comunidad mientras quede algo de aliento en ti. No podrás abandonarla libremente ni ser liberado y sin embargo tendrás que dejar muchas cosas de tu actual vida: todo aquello que ordenemos. De ti esperamos.... exigimos entrega total, sumisión total, fidelidad toda, servicio total. A cambio te ofrecemos desarrollar plenamente tus capacidades, llevarte a situaciones donde no has soñado estar pero de donde no querrás irte cuando llegues. Te faltará todo pero no echarás de menos nada. Tus necesidades serán satisfechas, pero recuerda que nadie te promete nada, salvo control total, dominio total. En definitiva te ofrecemos convertirte en lo que siempre has deseado: ser un esclavo y pertenecer a alguien. Nosotros podemos hacer eso realidad pero tienes que decidir tú. Cuidado, puede que sea la última decisión que tomes.
Aquellas palabras cayeron sobre mi como una losa sobre mi. Realmente en mi ser más profundo deseaba aquello pero una cosa era tener unas sesiones con un Amo y otra aquello que me proponían. Me asuste.¿Estaba preparado para aquello? ¿sería capaz? ¿merecería la pena?¿dejaría todo para convertirme en un esclavo? ¿habla en serio? ¿mi familia, mis amigos?
Los miré a todos y me detuvo un momento en mi Amo. Me miraba fijamente y me pareció que movía ligeramente la cabeza como afirmando.Entonces algo me cruzó por dentro, como un rayo, como cuando las fichas de dominó caen una detrás de otra. La respuesta se hizo clara y evidente, no había otra posibilidad. Supe que le pertenecía y que aceptaría. Las palabras salieron de mi boca sin esperarlo:-Suplico pertenecer a la Comunidad.
Y me incliné hasta tocar con mi frente el suelo en señal de súplica,adorando a aquellos cinco hombres a los que me había entregado no sé cómo, aunque sí por qué.
(Continuará)

jueves, 22 de marzo de 2007

Nuevas actualizaciones

he actualizado el diario con el último encuentro en el que pude servir a mi Amo. he tardado un poco el publicarlo pero temas de trabajo me han impedido hacerlo antes.
tras consultarlo con El he decidido actualizar el diario un día fijo una vez por semana. cada lunes habrá algo nuevo:un comentario, fotos, relatos, etc. intentaré que sea algo diferente pero creo que es la única forma de mantenerlo vivo e interesante.
al pie de cada entrada hay un vínculo enumerando los comentarios. pinchando en él pueden dejar el suyo propio. me gustaría mucho saber qué les parece y cómo creen que podría mejorarlo.
quisiera finalmente dejar constancia de que este trabajo y esta ventana de mi vida bdsm está en función y en honor a El, al Amo que me orienta y me guía por los caminos de la sumisión.

domingo, 4 de marzo de 2007

El segundo bautismo II

la cena fue espectacular. había todo tipo de cosas. me contuve un poco porque necesito bajar algo de peso y ante tanta comida me suelo desbordar. seguí el ritual establecido. con su permiso cogí la comida que me apetecía y al llegar a la mesa esperaba hasta que me daba permiso para comer. lo hice dos veces pero en el postre no estuve lo suficientemente atento. el motivo fue que estábamos hablando y yo me relajé. cuando me di cuenta fue demasiado tarde. El me lo dijo y me sentí tremendamente frustrado y avergonzado. cuando terminamos de comer subimos directamente a la habitación. yo supuse que iríamos a dar una vuelta pero El estaba cansado así que entramos, me ordenó desnudarme, me volvió a poner la cadena con el candado y me dijo que me echara en la manta. esta vez me permitió usar una almohada y una colcha. la cadena estaba muy, muy apretada y me la tenía que ajustar bien para que no me asfixiara. así dormí esa noche.
fue precisamente un tirón de la cadena lo que me despertó. El estaba de pie, vestido ya todo de cuero. miré de soslayo a la ventana, era de noche y una brillantísimo luna llena se reflejaba en el mar. al principio no entendí nada pero tiraba de mi hacia la terraza. le seguí a cuatro patas, intentando que la cadena no me asfixiara. cuando llegamos noté el frío de la noche, era noche cerrada. se sentó en una butaca y me colocó entre sus piernas. se sacó la polla y comencé a comérsela. estuve un buen rato así, con poppers por medio incluso. El se arqueó varias veces, estimulado por el placer. sus gemidos me motivaron. en aquel momento volví a sentir que no existía nada más, solo nosotros dos en aquel apartamento, dándole placer a mi Amo. al rato me llevó dentro y volvió a penetrarme, y volvió a repetirse el ritual: el baño, la cama, cambiar de posturas. esta vez además jugó con la puerta del ropero, cubierta de espejos y la del baño, que estaba justo enfrente también de espejo. le gusta verse follándome o mientras se la como. así estuvimos un par de horas, o eso creo, porque cuando me di cuenta ya era de día. el tiempo pasó volando y yo acabé como siempre: tirado, encogido, con el culo palpitándome pero feliz de haber servido a mi Amo. El estaba en el baño y me llamó. cuando entro lo encuentro en la bañera.
Dúchame!- me ordena. entro inmediatamente en la bañera y comienzo a enjabonarlo. le limpio todo y, nuevamente, cuando me arrodillo para lavarle los pies, me mete la polla en la boca.
cuando termino sale y me ordena que me duche yo. salgo, nos vestimos y bajamos a desayunar. el desayuno es más fuerte casi que la cena anterior. estoy todavía algo despistado por todo lo que ha pasado, especialmente por el despertar tan extraño. la imagen de la luna brillando sobre el cuero de mi Amo sigue firmemente marcada en mi memoria.
Terminamos de desayunar y subimos a la habitación. sigo sin saber qué hora es. mi Amo se tumba en la cama y me permite acurrucarme a su lado. lo hace con un gesto casi imperceptible. golpeando ligeramente la cama con la mano. me acurruco y el tiempo pasa hasta que es hora de irnos. recojo todo lo que está esparcido por la habitación y bajamos.
partimos con el coche hacia el norte. estoy cansado pero contento. pronto llegamos a La Laguna y seguimos hacia el Monte de las Mercedes. paramos en varios miradores por el camino. tuve que hacer un gran esfuerzo porque había muchos motoristas por el camino y El me había prohibido mirar las botas de nadie mientras estuviera en su presencia. cada vez que aparecía un grupo giraba la cabeza hasta el lado contrario.
así llegamos hasta un sitio que no sé como se llama pero donde salían varias rutas para caminar. siguiéndolo a El nos internamos por esos senderos. el bosque era realmente espeso y había pozos de agua abiertos en la roca. El llevaba vaqueros, camisera y zapatos. yo llevaba vaqueros, camiseta y mis botas vaqueras. nos cruzamos con un par de excursionistas pero pronto quedamos solos. la conversación giró sobre lo miso: la sumisión y qué significaba eso de pertenecer a alguien. no recuerdo exactamente cómo comenzó pero si que en un momento dado me dijo:
-¿Así que vas a enseñarme el culo ahora?- e inmediatamente me bajé los pantalones y los calzoncillos y me quedé así, con el culo al aire en medio de una ruta de montañismo. El sonrió y me dijo:
-Pues ahora te vas a quedar así- y desapareció por el camino.
supongo que debía haber sentido más ansiedad, más nerviosismo, pero no fue así. estaba relativamente clamado, aunque algo excitado. El apareció pronto y dio una vuelta alrededor mio como sopesando mientras yo miraba el suelo sumisamente.
Levántate los pantalones!-ordenó- Ahora ponte de rodillas. Mejor a cuatro patas.
obedecí. el suelo estaba mojado de la humedad del lugar. noté como se enfriaban mis rodillas y mis manos.
-¿Está mojado?-preguntó como leyendo mis pensamientos.
-si Amo-contesté yo.
-Muy bien. Dame tu móvil.
se lo día y sacó dos fotos de mi a cuatro patas en aquel lugar. estaba un poco expectante pero ni miedo, ni excitación, sólo quería obedecer. entonces se apoyó en un árbol y me enseñó la suela del zapato. la tenía con barro.
-¡Limpia!-ordenó.
aquello era una prueba clarísima. sabía que me costaba limpiarle las suelas de las botas, pero aquellas además tenían barro. le miré suplicante pero bastó un segundo para saber que tenía que hacerlo. y lo hice. noté el barro en mi boca. cuando lo creyó conveniente me hizo levantar y me vio sacudirme las manos. las rodillas las tenía también mojadas y manchadas de barro.
-¿Están sucias? pues no quiero que te limpies.
y entonces ocurrió. me rebelé. noté como la soberbia y el orgullo crecían dentro de mi.
-por favor-dije suplicante.
-¡Ni por favor ni leches, no le limpias! Vas a ir hasta Las Palmas así.
tenía unas ganas enormes de limpiarme, de desobedecer. soy una persona muy orgullosa y tengo muy inculcado que no se puede ir sucio por ahí. es uno de esos mensajes grabados a fuego durante la infancia y que te persiguen toda la vida. se desató en mi una tormenta emocional. exteriormente se manifestó en un mutismo total. no volví a decir una palabra, pero estaba luchando por equilibrar esas dos órdenes aparentemente contradictorias en mi interior. mi obediencia se puso en lucha contra el resto de mi vida. aquello ya no era una sesión, ni un juego. acababa de pasar un límite. El se había metido en mi "programación" cotidiana en mi "vida normal". allí, en silencio, mientras volvíamos al coche un caballo se encabritaba dentro de mi mientras El, tal vez ajeno a al batalla que acababa de desatar, seguí urgando. en cuanto había una cierta distancia entre los dos, chasqueaba los dedos y se golpeaba el costado de la pierna, como cuando se llama a los perros, para decirme que me pusiera a su lado. por supuesto en aquella circunstancia me podía aún más. sentí el barro en mi boca y los deseos de terminar con aquello subiéndome por las entrañas. así llegamos al restaurante donde comimos. fue al aire libre, en una terraza, con un motero todo de cuero al lado, al que prácticamente no miré. poco a poco me fui tranquilizando e integrando lo que había pasado. intenté explicárselo pero no sé si lo conseguí. lo que si creo ahora es que dio un gran paso. jamás hubiera consentido eso a nadie ¿por qué no me limpié? ¿por qué no rechacé el tema y le dije que no iba a hacerlo? el desencadénate fue una tontería pero en el fondo estaba en en juego su poder para "reprogramarme", para cambiarme, incluyendo las órdenes y los mandatos básicos inscritos en la infancia, el típico "eso no se hace". fue definitivamente una victoria suya, un gran avance en su dominio y control sobre mi. siguiendo con la metáfora, al final consiguió domar al caballo, este al menos.
en mi vida como esclavo creo que quedará más marcada esta escena del bosque que cualquier otra de este fin de semana porque, aunque fue la más dura y la menos placentera, fue sin duda donde avancé más en mi sumisión.
después de comer intenté explicarle todo esto a El. no creo que lo comprendiera del todo. bajamos hacia La Orotava y llegamos a las Ramblas de Castro. paseamos por allí un buen rato y volvió a calmarme. toda la experiencia me había dejado agotado. hablamos de nuestra vida fuera del bdsm. como siempre me sacó más información El a mi que yo a El. realmente yo no le puedo sacar información, solo recibo la que El quiere darme. me orientó y escuchó, y aconsejó sobre determinados temas. el día comenzó a declinar y fuimos de vuelta a La Laguna. estuvimos paseando y viendo las botas en las zapaterías. desde luego hay más y de mejor calidad que en Las Palmas. hablamos de algunos sumisos que El conoce y de donde proceden determinadas actitudes y comportamientos. yo le dí mi opinión y fue una conversación interesante.
cuando se aproximó la hora me llevó al aeropuerto y aparcó. me acompañó a facturar y nos sentamos en la cafetería hasta que fuese la hora.
seguimos hablando, esta vez sobre el origen de la sumisión, de dónde procede esa tendencia/necesidad de someterse. quedamos en que escribiría algo sobre eso y se lo haría llegar. creo que me paso gran parte de mi vida rumiando el tema este de la sumisión y las relaciones D/s ¿me hace por casualidad eso mejor esclavo? tal vez, siempre he creído esa frase que dice que las mejores improvisaciones son las que se preparan cuidadosamente y que se traduce en que cuanto más tiempo piense y me conciencie sobre ello, más posibilidades tengo de integrar las sorpresas que se presentan.
llegó la hora y tuve que pasar el control de seguridad. hubiera querido, como otras veces, arrodillarme allí mismo y volver a besar sus pies. nunca se cuando volveré a hacerlo. al final nos despedimos con un ligero movimiento de cabeza.
el viaje fue agotador, estaba muy cansado pero me sentía tranquilo. lo comencé siendo un sumiso y lo terminé siendo un esclavo.

sábado, 3 de marzo de 2007

El segundo bautismo

el fin de semana era de mi Amo, enteramente dedicado a El. el sábado a las nueve y media estaba en el aeropuerto para coger el avión de las once, tan ansioso estaba por encontrarme con El. tras un retraso de media hora llegué a mi destino a las doce. cogí la maleta y salí. aún no había llegado así que lo llamé. me dijo que esperara fuera y así lo hice. apareció y nos dirigimos al sur. paramos en una gasolinera por el camino y me ordenó llenarle el depósito. desde el primer momento dejó claro el papel de cada uno, como si me hubiera olvidado. seguimos hacia nuestro destino que era un hotel en primera linea de playa. aparcamos y yo cargué con todos los bártulos mientras El nos inscribía en la recepción. siempre tengo una sensación extraña cuando tengo que darle el carnet de identidad para que lo haga. yo nunca he visto el suyo, ni siquiera se sus apellidos, pero no me importa, no lo necesito saber. me basta con su nombre: Amo o Señor. la habitación estaba en la octava planta, mirando directamente sobre la playa y el mar. Hacía un día increíblemente bueno. tras dejar las cosas fuimos a dar una vuelta por el hotel, a ver las instalaciones. estaba muy bien. me mandó al coche a buscar la cámara de fotos que se había quedado allí. al volver nos encontramos en los ascensores y subimos juntos. nada más cerrar la puerta se vuelve hacia mi y me agarra el cuello empujándome contra la pared, y me mira fijamente a los ojos.
-¿Qué pasa?-dice
-Nada, Señor- contesto yo. realmente no quiere ni busca una respuesta. comprendo perfectamente que está marcando el terreno, que quiere dejar claro quien manda. y lo consigue porque en un segundo mi ser sumiso toma las riendas y yo desaparezco, apareciendo el esclavo, el servidor, el sumiso. ya no soy mio, soy suyo. agacho la cabeza y ya no la levantaré en todo el fin de semana.
entramos en la habitación. El la recorre mientras espero en medio de ella. se acerca a mi y me obliga a ponerme de rodillas. me mete la cabeza entre sus piernas. siento su polla dura a través del pantalón vaquero. se tumba en la cama y me obliga a ponerme a sus pies y seguir lamiéndosela. entonces se la saca. está dura y colorada y se la como, en un gesto que se repetirá cientos de veces en ese escaso día y medio que estaremos juntos. el ritmo varía, la profundidad con la que entra también, pero el hecho es que siempre está en mi boca. a veces acierto especialmente y una oleada de placer lo recorre. lo sé porque arquea el cuerpo como queriendo disfrutar especialmente de esa satisfacción. en ese momento me siento feliz, realizado, con sentido: doy placer a mi Amo. estamos así un rato, hasta que me hace parar y me ordena quitarme la ropa. me quedo completamente desnudo. de su mochila saca una cadena y un candado. es ancha y pesada y el candado es grueso. lo cierra alrededor de mi cuello, y la usa como correa. a partir de ahora me llevará con ella por toda la habitación. me ordena ponerme mis botas vaqueras negras. me las pongo y me sube a la cama, a cuatro patas.
Muéstrame el culo!-dice. lo hago.
Muéstrame el culo, joder!- vuelve a repetir. lo abro más. oigo como se pone un condón. me da un sobre de lubricante y me ordena que me unte.
lo primero que llega es el dolor, la penetración es dura y fuerte. gruño para contener el grito. le pido que vaya un poco más lento. consigue meterla hasta el fondo. yo ya estoy sudando. me folla repetidamente. cambia de postura y me sigue follando. me lleva al baño y me folla delante del espejo. su polla está dura y se abre camino sin piedad y yo me someto a sus deseos.
de pronto para y va al baño mientras yo me quedo sobre la cama dolorido, gimiendo y respirando profundamente. cuando sale de allí me ordena ir al baño. he manchado mucho y me limpio. encima del lavabo están sus guantes. me limpio y salgo, aún con la cadena al cuello. por el balcón abierto entra una suave brisa. debe ser media tarde pero no lo sé seguro. me ordena quitarme las botas y me dice:
-Saca una manta del armario y prepara tu cama- mientras habla señala el suelo.
cojo un amanta y la doblo en dos. me tumbo en ella mientras El sujeta el final de la cadena. nada más poner la cabeza en el suelo me quedo dormido mientras el culo me palpita.
estoy en una situación de duermevela un buen rato. no sé realmente si estoy despierto o dormid. noto el peso de la cadena y el collar alrededor de mi cuello. mi brazo está dormido de usarlo como almohada. abro los ojos y veo su mano, saliendo ligeramente del colchón sujetando la cadena, a pocos centímetros sobre mi cabeza. no sé si estoy soñando. he perdido la noción del tiempo pero noto como suelta la cadena y se levanta. oigo ruidos pero no abro los ojos. un tirón me devuelve a la realidad. El está vestido completamente de cuero: botas, pantalones, camisa. se tumba en la cama y golpea a su lado.
-Sube-dice, como, como si estuviera llamando a su mascota, que en este caso soy yo.
me subo a la cama y me acurruco a su lado, encogido, notando el olor del cuero. me mira y pregunta.
-¿Qué quieres?
-servirle-contesto yo- convertirme en un buen esclavo.
-¿seguro?
-Si, Señor- vuelvo a contestar- sólo quiero darle placer.
-Para eso estás aquí ¿entendido?
-si Amo- llamarle así sale espontáneamente. El siempre ha sido reacio a que lo llame así. dice que tengo que ganármelo. en una de nuestras conversaciones a distancia me llamó 'su esclavo' y a partir de entonces he comenzado a llamarle Amo. no es algo consciente. curiosamente a veces se me escapa un 'Señor'. mi propio inconsciente sabe sin decírmelo, cuando me comporto de una forma y cuando de otra.
nada más terminada la conversación me pone sobre su paquete y empieza a acariciarme. nuevamente parezco un perrito. me relajo y disfruto del momento, hasta que noto de nuevo su polla dura y comienzo a actuar. se la lamo a través del pantalón, y me doy cuenta de cómo se va endureciendo aún más. la saca. efectivamente está muy dura. vuelvo a comérsela de nuevo. ahora más profundamente que antes. las arcadas se hacen más frecuentes. a El le gusta controlarlo todo, incluso cuando se la como. suele agarrarme la cabeza y marcar Él el ritmo a su gusto. yo me someto y me dejo hacer ¿qué otra cosa me queda? para eso estoy allí. de pronto para.
-¡Vete al baño y limpia los guantes!
obedezco inmediatamente. solo estoy vestido con la cadena gruesa y el candado. en el baño están los guantes manchados de la vez anterior. los limpio cuidadosamente y se los llevo.
Pónmelos!- lo hago- ¿Están limpios?
-si Amo
-¿Seguro?
-si Amo
-Vamos a verlo- y me mete los guantes en la boca. primero la derecha y luego la izquierda. los mete hasta el fondo. la intención es humillarme. saber que no me gusta el scat y que cuando mancho se me corta el rollo. cuando los saca me vuelve a dirigir hacia su polla de nuevo y paso un rato comiéndosela.
a una indicación suya paso a lamerle las botas. son vaqueras, negras, de punta. se las como con gusto y sin remilgo alguno. recorro toda su extensión con toda la lengua, limpiando, abrillantando. el empeine, la punta, el tacón, no se me escapa nada. entonces llego a la suela y también la limpio, por todas partes. El sabe que eso no me agrada demasiado pero yo sé que a El si, y eso es lo único que importa, por eso lo hago.
Ponme un condón!-me ordena
lo hago y El lo ajusta. entonces me dice que me siente encima suya. coloca su polla y me empala sin piedad. mi culo está más dilatado pero aún así el dolor me recorre y mi cara muestra una mueca de sufrimiento que parece gustarle. me folla, una y otra vez. vuelve a cambiarme de postura, de lugar. me dobla, me levanta las piernas. quiere dejar bien claro quien manda y de quien soy. la penetración, lo hemos hablado varias veces, tiene para los dos prácticamente el mismo significado:sometimiento, posesión, humillación. cuando me folla se da placer y deja claro que soy suyo, de su propiedad. alguna vez incluso a llegado a formalizarlo. hoy parece empeñado en que lo recuerde mucho tiempo, y que me de cuenta porque vuelve a llevarme al baño para que vea la cara que pongo cuando me la mete.
mi mente hace tiempo que está perdida, que no sabe dónde estoy o lo que hago, solo siente la polla de mi Amo entrando en mi produciendo un sin fin de sensaciones físicas, psicológicas emocionales. más de una vez me parece que voy a morir, que no voy a poder soportar tanto. pero sí que puedo y cuando para me deja tirado, sin respiración en medio de la habitación, en mi echadero, mientras El va al baño. cuando vuelve me encuentra all, tirado, sudoroso, con los ojos cerrados encogido, palpitándome todo el cuerpo. se tumba a descansar con la cadena en la mano mientras yo sigo en el suelo.
vuelve a pasar otro rato, no se cuanto. El está viendo la tele, yo estoy tumbado en el suelo a sus pies, sobre una manta. noto un tirón de la cadena y me levanto. a una indicación suya me subo de nuevo a la cama y me pongo a su lado. lo miro de soslayo, medio metido entre sus brazos. El se da cuenta.
-¿Qué pasa?
-nada Amo
-¿Qué pasa?- vuelve a preguntar con voz más firme.
-nada, Amo, solo pensaba en tocarle.
-Hazlo-dice-Quiero que hagas lo que creas que me produce placer. ya te diré 'no' si no me apetece.
-si Amo- y comienzo a acariciarle. soy plenamente consciente de que me ha dado una orden general, una nueva ley para mi vida. puedo hacer todo lo que crea necesario siempre que sea para darle placer. El decidirá si me lo permito o no. y empiezo a acariciarlo suavemente. parece que le gusta. sigo así un buen rato mientras el cuero de su camisa me inunda.
al rato de estar así me levanta y me ordena ponerme las botas . obedezco. me tumba en la cama boca abajo y me pone la capucha de cuero. la aprieta fuerte y ya no puedo ver nada. saca algunas fotos poniéndome la bota delante y obligándome a sacar la lengua. luego coge la cuerda que he traido y comienza a atarme, primero las manos y luego los pies. Al final los une dejándome en esa postura llamada hogtied: los pies doblados y atados a los brazos que quedan estirados, en tensión. me quita la capucha para que le siga comiendo la polla atado, y lo hago lo mejor que puedo. El va cambiando de postura para hacérmelo más difícil cada vez. entonces hace una de sus torturas más crueles: me obliga a tomar poppers. tienen en mi un efecto devastador, me vuelven el más cerdo del planeta. su acción en mi es inmediata y pierdo completamente cualquier prejuicio y cualquier norma social o personal. El me da poppers y entonces yo intento comerle la polla desesperadamente mientras El la mantiene a unos centímetros de mi boca. me agito como si la vida me fuera en ello, me muevo, gimo, respiro profundamente:nada. entonces, cuando la desesperación llega a su punto álgido me deja y se la como como si fuera a morirme en ese momento. todo el deseo se desborda y por cómo gime mi Amo sé que aquello le produce mucho placer. cuando para se aleja de mi y se sienta en la terraza.
Desátate!- me ordena y yo empiezo a moverme. consigo quitarme todas las ataduras en menos de un minuto. cuando miro su cara está sonriendo. no sé si de satisfacción o de diversión por haberlo hecho en tan poco tiempo. el hecho es que como premio me vuelve a follar. de nuevo lo hace duramente, como queriendo dejar su marca en mi, una marca imperecedera.
cuando paró yo volví a quedarme tirado en medio de la habitación. El se marchó al baño y al poco tiempo me llamó. fui y me quitó la cadena y el candado.
-¡Entra!-me dijo señalando la bañera. así lo hice y bajo sus indicaciones, comencé a comérsela. me parecía que mi boca había adquirido la forma de su polla. mis labios estaban resecos y su sabor no desaparecía de mi lengua. abrió la ducha y seguí mientras el agua me cubría.
nos secamos y salimos. me permitió de nuevo tumbarme a su lado. desde luego estaba siendo muy cariñoso conmigo, más de lo que merezco. volvimos a quedarnos dormidos durante un rato. luego me levantó y volvió a llevarme al baño. la bañera ya se había secado. me metió dentro y me esposo a una barra que había sujeta a la pared para que la gente no se resbalara. me dejó allí, apagó la luz y cerró la puerta. me quedé en la más absoluta oscuridad. el baño no tenía ventanas y no entraba luz por ningún sitio. me relajé y me dediqué a esperar. no estaba ansioso, ni nervioso, estaba curiosamente tranquilo y curiosamente equilibrado, centrado. estaba justo donde y como sentía que tenía que estar. no sé cuanto tiempo pasé allí. fue el justo para que perdiera la noción del tiempo. El apareció dos veces. la primera se subió a la bañera y me obligó a comérsela de nuevo, así, esposado.
la segunda vez también se la comí, pero esta vez por muy poco tiempo porque alejó mi cabeza y con dos movimientos se corrió gimiendo. su leche cayó sobre mi, sobre mi pecho. fue algo imprevisto, sorprendente, pleno. vi el placer en sus ojos, vi como disfrutaba, sentí su líquido sobre mi. aquello fue un nuevo bautismo. yo estaba esposado a la bañera, sin poder tocarme, pero me sentí como si yo mismo me hubiese corrido. se limpió, me acarició la cabeza, me soltó y me ordenó que me duchara. cuando salí me dijo que me vistiera y bajamos al restaurante a cenar. ya era de noche.