sábado, 26 de mayo de 2012

861 días de esclavitud, 8 de castidad

un temor ha vuelto a asaltar a este perro hoy: el no estar siendo lo suficientemente sincero, lo suficientemente transparente. el objetivo del ejercicio de este blog es conseguir el control del ego mediante la humildad y la humillación, poniendo en él todo aquello que haga comprender al ego de este perro que tiene la batalla perdida, que no conseguirá imponerse y que este perro pertenece a su Dueño y sólo El lo controla y domina. conseguir esto es difícil, no por el amor propio o la vergüenza, sino porque la propia existencia es más anodina de lo que nosotros mismos nos imaginamos. lo que a este perro le puede parecer normal, para su Dueño puede ser una muestra de ese ego que se desea controlar, y viceversa. frente a eso la única salida es presentar todo ante el Amo y que El decida. eso puede ser una tarea agotadora para ambos. llevar la vida de uno ya exige trabajo, llevar la vida de dos es casi imposible. sin embargo mi Dueño siempre ha dicho que eso es precisamente ser un AMo, y que es lo que El es. a veces este perro se olvida que los fuertes deseos que siente de humillación y de sumisión, tienen su correlato en los fuertes deseos de su Amo de dominar y controlar. es esa perspectiva, la de los AMos, la que olvidamos los esclavos a menudo. como la toma de decisiones es muy dura, durísima de hecho, en la vida de este esclavo, porque indica un uso de una libertad que no desea y con la que no se identifica; pensamos que también es una carga para el Amo, cuando es justo lo contrario. El nació y se desarrolla deciendo, por El y por el esclavo. y ahí es donde adquiere todo su sentido este tipo de relaciones. desde que pertenezco a mi Dueño este perro ha notado una radicalización, una profundización en la sumisión, deseando cada vez más, ofrenciedo cada vez más, bajando cada vez más. demasiado a menudo olvida que su Amo le ha dicho lo mismo pero a la inversa: que cada vez quiere controlar más, dominar más, decidir más. por eso esta relación es tan equilibrada. dos extremos llevan al justo medio. y esto es lo que este perro no debe olvidar, que es su Dueño quien lleva las riendas y que El sabe en cada momento lo que este perro necesita,
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el AMo.

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