martes, 22 de mayo de 2012

cartas desde la mazmorra 44


en el fondo la vida de un esclavo es una vida de silencio y soledad. me explico. un perro vive para servir a su Señor, para obedecer a su Amo, para cumplir todas sus órdenes. muchos esclavos creen que la vida de sumisión es una especie de vivir una película porno permanentemente. esta es una idea muy común y que se ha tratado ya en este blog. sin embargo la realidad es completamente distinta. el esclavo debe estar en función del Amo y no viceversa, y por tanto el Amo tendrá su vida a la que el esclavo tendrá que amoldarse, integrarse. el esclavo es equivalente a una mascota, a un juguete, a un objeto, aunque de mayor valor. es inconcebible que el Amo esté siempre pendiente de su perro, de su coche, de su ordenador. El lo usa cuando y como cree conveniente, pero habrá muchos momentos en los que no sea así. en esos momentos el esclavo puede, y debe, ser encerrado, atado, amordazado, puesto en un lugar, donde esperará que su Amo lo use de nuevo. es entonces cuando deberá estar en silencio y solo. muchos esclavos son tan egocéntricos que desean que la vida del Amo gire constantemente alrededor de ellos y recibir permanente atención. eso no es así, porque eso los convierte en el centro de la relación.
aceptar ser un esclavo no es aceptar vivir en una película porno, sino estar al servicio de tu Dueño. mi Amo es consciente de eso y ha dicho a este perro que en esos momentos ni piense que me voy a quedar quieto. El desea que escriba, que siga estudiando, aprendiendo y produciendo y que esos momentos de silencio y soledad sean productivos. pero igual lo serían si me dejara en una jaula durante una mañana o momificado una tarde, o dos, si ese fuera Su deseo. este perro asume que eso es así, porque en esos momentos estaría viviendo plenamente lo que significa ser esclavo: esperar a que mi Dueño decida usarme para su disfrute, porque soy de su propiedad. nadie dice que sea una tarea fácil, especialmente porque este mundo, esta no-vida, no nos prepara para el silencio, y mucho menos para la soledad, pero es un silencio que habla muy alta, y es una soledad relativa, ya que tus actos, tu actitud, habla por tí; y tu Amo está a tu lado aunque no lo esté físicamente, porque llevas su collar, estas en su jaula y le perteneces.
a veces ni siquiera tendrás el beneficio de la soledad, porque tu Amo te mandará tareas, cosas que hacer, que te llevarán todo el tiempo. si te ha adquirido es para que seas productivo, e incluso en esas situaciones, cuando estás sólo y en silencio, debes seguir trabajando para ser más y mejor esclavo: profundizar en la sumisión, en tu naturaleza. nunca se deja de aprender, nunca se deja de avanzar, nunca se deja de ser más y mejor servidor de tu Dueño.
no, definitivamente la vida de un esclavo no es una peli porno, ni debe serlo. habrá momentos intensos, sin duda, pero otros serán más tranquilos, calmados, incluso podrían catalogarse de aburridos, pero en ningún caso serán momentos perdidos. un esclavo de verdad nace para pertenecer a un Amo, y cada segundo que lleva Su collar, esté donde esté, es un momento de felicidad.
feliz semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

supongo que hay muchas tareas que puede encargar un Amo a un esclavo, tareas que le van a mantener ocupado y que sobre todo son útiles para el Amo. pertenecer a un Amo es en primer lugar estar dispuesto a convertirse en un siervo, mucho antes de asumir papeles más o menos fetiches de mascota u objeto, que sólo pueden ser esporádicos. y un siervo o un criado no suele tener tiempo para aburrirse. servir al Amo nos da la satisfacción de obedecer y ser útiles a alguien superior. como sumiso no creo que se pueda pedir más. estar de rodillas esperando órdenes o trabajando duramente en su cumplimiento.