la vida en esclavitud es dura, no por los castigos o torturas, ni por el bondage, las privaciones o la dureza del régimen, sino por lo que te obliga a hacer, por la obediencia. tal vez esto sea lo central y, por eso, lo más importante. casi desde que naces empiezan a enseñarte a elegir, a ser autónomo, independiente. perder esa autonomía es el trabajo real de un esclavo. aprender que debe consultarlo todo, pedir permiso para todo, que nada puede hacerse fuera de la visión de tu Dueño. esta tarea sobre todo afecta al ego, que es quien quiere hacerte parecer independiente, separado, distinto.... en definitiva solo. por eso este camino tiene mucho de espiritual en el sentido de transformación interior, de cambio dentro de uno mismo, de renunciar a cosas inmediatas para conseguir cosas más intensas y mejores, pero más adelante. este perro ha sentido eso hoy, que debe esperar y perseverar en el camino de la sumisión. entró en él una vez y ya no puede abandonarlo, dejarlo, marcharse. ya no hay salida para este esclavo, para este perro. la transformación completa es la única opción. si esta no se produce por alguna circunstancia, todo será un fracaso.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el AMo.
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