59 días en castidad,27 días desde el último ordeño
el Amo es una persona muy ocupada, así que por la mañana tenía que ir a la oficina, mientras el perro iba a hacer unos encargos a unas oficinas del ayuntamiento de madrid en la calle alfonso XI. entre eso y una nueva visita a Sr para probar un abrigo tipo sudadera de neopreno que tienen allí, se fue la mañana. el perro no la compró porque necesitaba el visto bueno del Amo.
el Dueño resolvió sus temas para estar estos días usando a su perro. quedamos para comer, pero antes el Amo ordenó al perro que se duchara y se pusiera las botas nuevas de goma que había traído. luego El mismo puso la jaula al perro y la cadena con candado, que señala al perro como un esclavo, como su esclavo. esa cadena estaría al cuello del esclavo hasta que se marchase. botas, jaula y collar, la trinidad que este perro tendrá que llevar siempre a partir de ahora porque así lo ha ordenado el Amo y es Su deseo que así sea. lo primero que hizo el Amo fue llevar al perro a su habitación, la del Amo. iba vestido con camisa azul, chaleco y pantalones de cuero y botas sendra. se tumbó en su cama y ordenó al perro que le diera placer. el perro se arrodilló y comenzó a lamerle las botas, como siempre, profunda y sumisamente. ya aquello hizo gemir al Amo. luego siguió con los pies, el paquete el pecho.... en un momento dado le quitó las botas y comenzó a lamer sus pies, todos y cada uno, además de la planta y el empeine. los gemidos de placer del Amo iban orientando al esclavo. la jaula impedía que el esclavo se empalmara del todo, convirtiendo aquella experiencia en una tortura. pero el perro continuó, acariciando, lamiendo, comiendo, excitando hasta que el Amo se corrió entre gemidos de placer. ese es el mejor momento, cuando ves que tu Dueño ha disfrutado y está a gusto, que has cumplido tu objetivo y tu cometido.
después de comer el Amo llevó al perro a su celda, una habitación en un extremo de la casa con apenas una cama, una mesa y unos estantes con libros. el Amo duerme en otro lugar y a veces el perro ha dormido a su pies o en el vestidor de su habitación en el suelo, pero esta vez el perro estará encerrad en esa habitación a modo de celda. sobre la mesa había una libreta y un bolígrafo el perro miró al Amo, que lo amordazó con varias vueltas de cinta americana negra.
-Estarás así amordazado todo el tiempo que quiera. La libreta es por si tienes que preguntarme algo.
la sorpresa inundó al perro, la perversión de aquel mecanismo o procedimiento era evidente. mantuvimos una pequeña comunicación, El hablando y el perro escribiendo frases cortas.
el Amo quería is a descansar y quería que el perro también lo hiciera así que lo dejó un rato en que el perro, amordazado, con la jaula en los genitales y el collar al cuello, se durmió. en un momento dado apareció el Amo y le ató las manos a la espalda y los pies fuertemente. dejó al perro un rato allí, tumbado de lado, mientras la polla presionaba dolorosamente la jaula. luego apareció completamente vestido y levantó al perro hasta una silla cercana donde lo sentó.
-Voy a salir. Te quedarás aquí, puedo tardar un rato o una hora.
el perro no sintió miedo, sino aceptación. veía la jaula, sentía el collar y las botas, y pensaba "será así a partir de ahora siempre. no podré quitarme la jaula nunca. es lo que El desea". esto lo repetía una y otra vez, una y otra vez y lo único que producía era una enorme sensación de paz. allí, en la oscuridad, no temía nada, no deseaba nada, no añoraba nada, sencillamente estaba existiendo, respirando, viviendo de verdad. no tenía ni agenda ni responsabilidades, tampoco tenía palabra, ni capacidad de movimientos sólo era un esclavo almacenado en una celda.
no tenía noción del tiempo así que no sabía cuanto pasó hasta que el Amo apareció de nuevo. tumbó al perro en la cama y el perro vio que estaba excitado y de hecho volvió a correrse sobre el perro indefenso, la segunda vez en el mismo día. luego desató al perro y le dijo:
-Llevas tres horas con la mordaza puesta, tiempo suficiente por ahora-y se la quitó cortándola con unas tijeras.
luegoe el Amo llevó al perro a otra habitación. el llevaba un pantalón de cuero y señaló las botas. el perro se arrodilló y comenzó a lamerlas y a meter su cara en la entrepierna encuerada del Amo. estuvo allí, inmerso en su cuero, hasta que el Amo cogió las pinzas que el perro había llevado y , tras quitarle la camiseta, se las puso. el dolor fue muy intenso desde el principio.
-¿Sabes por qué te las he puesto? porque quiero que te masturbes y de doy permiso para que sientas lo que quieras.
acto seguido el Amo se quitó le quitó la jaula al perro y éste, a cuatro patas, comenzó a masturbarse. no duró casi nada, pero tampoco emitió un sólo ruido, ni tuvo ninguna expresión de placer. el perro ya ha aprendido que, ante su Dueño, no tiene derecho a nada. el Amo pareció satisfecho por eso.
luego, el resto de la noche, el perro estuvo amordazado con la mordaza que había comprado en Sr el día anterior, una mordaza de bola muy potente. amordazado ante el Amo, viendo la tele después de cenar, se comunicaba mediante el cuaderno, las pocas cosas que tenía que decir. a pesar del descanso del mediodía, ambos estábamos cansados y nos fuimos a la cama sobre las once y media o doce.
tras el ordeño el Amo, una vez limpiado, volvió a poner la jaula al perro. de hecho, salvo ese momento, el perro la tuvo puesta todo el tiempo. es un auténtico instrumento de tortura porque en todo esto que el perro relata, el perro estuvo empalmado la mayor parte del tiempo, lo que significa que estuvo dolorido la mayor parte del tiempo, porque la jaula impedía que pudiera estar realmente empalmado. en cualquier caso hoy comienza una nueva cuenta. el perro no sabe si volverá a ordenarle el Amo que se ordeñe de nuevo sólo sabe que tendrá la jaula puesta, esa es la única seguridad, y que, como se excite, lo va a pasar muy mal.
estar gran parte del día amordazado ha sido una experiencia fantástica. ha dado al perro mucha paz. apenas ha tenido el perro que usar el cuaderno, solo para cosas muy concretas referidas a órdenes del Amo: cuestiones, apreciaciones para obedecer mejor, etc. el lema del perro "sumisión en silencio y obediencia", va adquiriendo cada vez más sentido, realizándose en este viaje.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.