¡que raras pueden ser las cosas! al principio de mes, cuando eligió el perro las fotos del día del mes de marzo, se fijó en esta porque lleva el mismo cockring que usaba, por orden del Dueño, el perro en cada momento. lo llevaba al trabajo y era un símbolo, una muestra de lo que era y a quien pertenecía. pensaba que sería una buena entrada el comentario de ese hecho con los chaps y la chaqueta de cuero que llevaba, una especie de relación entre lo que era ahora y lo que quería hacer. sin embargo en menos de una semana eso ha quedado obsoleto porque el perro ya no lleva ese cockring. ahora lleva una jaula de castidad que mantiene al perro aún más sometido, aún recordándole más lo que es y a quien pertenece. sigue deseando poder llevar unos chaps como esos y una chaqueta como esa, pero todo lo demás carece de sentido porque, en un par de días, las cosas han cambiado. sigue siendo fetichista del cuero, de las botas, pero desde que lleva la jaula el perro siente que ha entrado en una espiral de sumisión que parece no tener fin. de hecho el Dueño, tal vez dándose cuenta de eso y de lo que significa para el perro, le ha advertido que eso no debe influir en su no-vida, que sólo soy un perro con él y que tengo orden de que nadie me pise salvo el Dueño y aquel a quien el Dueño le permita pisarme.
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