jueves, 21 de marzo de 2013

dia 1161 de esclavitud


55 dias en castidad.
23 dias desde el último ordeño.
intentando mejorar siempre, el perro ha intentado cambiar el formato de la entrada para hacerlo más comprensible a los lectores que se incoporen al blog. imaginaba la sorpresa de alguien que llega por primera vez y ve esos números en el título de la entrada. pensando precisamente en ellos los ha modificado en un intento de hacerlos más comprensibles. el perro espera que haya cumplido su objetivo
el perro ha ido hoy a trabajar, y ha llevado todo el día, la jaula con el segundo anillo de tamaño. la pretensión era que no volviera a pasar lo de ayer, cuando la jaula se salió de sitio de manera incomprensible para el perro. el peligro era que estuviera demasiado apretado. por supuesto la presión fue un poco mayor, pero los efectos fueron igualmente sorprendentes porque el saco testicular quedó más prieto y ajustado, con lo cual los testículos no colgaban tanto, y dolían menos, así como se produjeron menos situaciones de pillarlos accidentalmente. en consecuencia el perro cree que este es su tamaño. de hecho puede decir que estuvo más cómodo con éste que con el otro. la primera vez que vio el dispositivo el perro pensó que era demasiado estrecho y pequeño y que sus genitales no cabían allí, sin embargo la experiencia ha demostrado no sólo que cabían, sino que además hay cierto margen de movimiento. el perro observará si hay algún tipo de molestia o malestar, pero parece que esto es definitivo, al menos el Dueño no para de decirlo así, y el perro acepta gustoso esa situación.
hoy también ha comprobado el perro uno de los efectos colaterales de la jaula. no se le ocurre otra cosa que ponerse a leer un relato sobre la castidad de un sumiso. por supuesto el cuerpo del perro comenzó a reaccionar con una ereción que fue pronto detenida por la jaula. el dolor producido por la lucha entre la polla en su intento de salir y la jaula que lo tenía limitado a su mínima expresión fue intenso y duro. un dolor genital que convertía, aún más, al perro en un ser indefenso, sometido, humillado. todo ocurrió en el interior de los pantalones, pero realmente se dejó sentir en el interior de su alma de esclavo.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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