la vida se ha simplificado y se ha complicado, todo a la vez. desde que el perro está enjaulado es cierto que el perro está más tranquilo y calmado, más relajado. también es verdad que ha dejado de preocuparse de cosas que antes parecían importantes pero que ahora no lo son. sin embargo otras cosas que eran cotidianas se vuelven un poco problemáticas, el mero hecho de ponerse las botas por ejemplo. con la jaula es bastante complicado agacharse. sin embargo lo que se lleva la palma es ir al baño, que se ha convertido en toda una odisea. el perro no está circuncidado y tiene mucha piel en los genitales, así que tiene que limpiarse bastante bien cada ve que va al baño. imposible, al menos para el perro y por ahora, hacerlo de pie. es imperativo hacerlo sentado y hay que secarse bien.
aún está en el momento de ajuste porque ha pasado una cosa muy rara hoy. el perro tiene puesto el anillo mayor del dispositivo y siempre se pillaba los huevos o notaba como se movían y, en un momento dado de la mañana notó una ligera molestia y los huevos se salieron del anillo, quedando la jaula libre. inmediatamente fue el perro al baño y se la colocó de nuevo. así estuvo todo el día pero el perro pensó que tenía que probar el siguiente tamaño de anilla. la tarde la pasó el perro en la facultad, con la jaula puesta. la lleva desde el lunes y nadie se ha fijado en él, al menos nadie que él se haya dado cuenta.
lo sorprendente de todo esto es lo natural que está resultado todo y lo "mal" que se siente el perro cuando se quita la jaula para lavarle y dormir, porque por la noche el perro no la usa por orden del Dueño.
la sensación más extraña es cuando, por casualidad el perro se toca los genitales y nota algo duro ahí, frente a lo blando de los testículos y la polla cuando no están enjaulados. la sensación de sumisión es muy fuerte.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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