¿por qué es mejor ser director de una empresa que esclavo de un Amo? ¿acaso es preferible mandar a los trabajadores que obedecer a un Amo? la respuesta de este esclavo es que no. veamos por qué.
como en toda circunstancia donde comparamos extremos opuestos, éstos acaban tocándose. un directivo de una empresa, por ejemplo. aparentemente es alguien libre, autónomo, triunfador, alguien que ha llegado al culmen de lo que se podría esperar. sin embargo es una vida que no deseo. trabajar sin descanso durante más horas que el horario establecido, siempre acosado por los trepas que desean su puesto, siendo el primero en llegar y el último en marcharse.
nuestro hipotético directivo cobra un buen sueldo, pero se lleva trabajo a casa los fines de semana. apenas ve a su pareja que compensa su ausencia gastando el dinero que no pueden disfrutar juntos.
aparentemente es el jefe, pero no es más que la mano que ejecuta, lo que ordenan los mercados, los accionistas, cualquier instancia superior, que es la que le paga el sueldo.
parece realizado pero toma pastillas para dormir y ve los días pasar desde la ventana de su despacho, en un piso alto de algún rascacielo mientras a varios metros por debajo la gente vive su vida.
su único objetivo es que las ganancias aumenten, que los números siempre vayan en aumento y que no caigan, porque cuando eso ocurra el darán patadas sin un gracias apenas.
tiene un coche de alta gama, que siempre huele a nuevo y que le embriaga hasta el mundo de no hacerle ver que ya no respirará aire puro hasta que no vuelva a su casa, ya de noche.
y a sus órdenes tiene una secretaria o secretario, que cobra muchísimo menos que él, pero que hace gran parte de su trabajo y que no llegó a casarse porque ha tenido toda la vida que cuidar a su madre primero,a su tía después, y cuando al final pudo construirse una vida propia, había olvidado cómo se hacía.
ambos compran el periódico en el kiosko de abajo, donde un señor de mediana edad tiene que levantarse a las cuatro de la mañana para abrir el pequeño negocio, que no es suyo, pero que le permite vivir y pagar mi hipoteca. le gustaría estudiar porque tuvo que dejarlo cuando joven, pero entonces el banco se quedaría con su casa.
él ha intentado convencer a su hijo para que estudie, pero no desea hacerlo. se pasa el día con la consola matando gente extraterrestre y viendo ese programa cutre de gente que vive encerrada en una casa y no puede salir de allí, a riesgo de perder un dineral. son prisioneros voluntarios, cautivos del capitalismo que aspirina una nueva profesión: ser famosos. ¿profesión? soy contertulio de televisión. no estaría mal si no fuera porque para ser contertulio hace falta tener opinión y para tener opinión hace falta pensar y tener criterio. al hijo del kioskero le gustaría entrar en ese programa, pero no es lo suficientemente vulgar, ni ordinario, algo irónico para el hijo de un kioskero.
además tiene un novio, el hijo del director de una empresa que siempre le compra el periódico a su padre junto a su secretaria. siempre ha pensado que se la beneficia, igual que él se acuesta con el hijo del director del banco. ambos lo mantiene en secreto porque ni el kioskero, ni el director, lo entenderían. y se acuestan a escondidas mientras uno estudia dirección de empresas y altas finanzas, sobre todo porque su padre lo quiere, mientras él firma la cartilla del paro.
nuestra sociedad está llena de esclavos, es una sociedad esclavista. las nuevas cadenas se llaman hipoteca, préstamo, paro, salarios, pensiones; los nuevos collares son móviles, que nos tiene localizados en todo momento; internet donde se hace público lo privado; la nueva forma de control y de molificación es la televisión. la sociedad actual critica, rechaza y censura las relaciones D/s hablando de una pretendida libertad, pero la razón real es que no quiere perder el control sobre ninguno de sus esclavos, y cuando un sumiso se convierte en esclavo de su Amo, la sociedad pierde poder sobre él, pierde su control.
paradójicamente cunado la libertad se convierte en ideología porque no hay libertad real, la esclavitud real se convierte en una forma de liberación.
la sociedad capitalista burguesa cientificista no entiende que alguien se arrodille y se someta a un Amo porque no entiende como puede preferir una esclavitud a otra. está tan seguro de su seducción, de su esclavitud, de su canto de sirenas que lo otro le parece inconcebible.
limitada por la mazmorra que ella misma ha creado no es capaz de vez que hay otras mazmorras mucho más atractivas porque sí proporcionan lo que "ella" no puede: realización, paz, tranquilidad, equilibrio, desarrollo personal.
vivimos en una sociedad de esclavos, aunque la gran mayoría no lo sepa.