43 días de castidad, 43 días desde el último ordeño.
a veces uno duda para quien escribe, especialmente un diario. una vez leyó el perro que, cuando se comenzaba un diario, debía uno plantearse para qué, o mejor dicho, para quien lo escribía. si pensaba que no iba a leerlo nadie nunca, la escritura era más personal, más íntima, más profunda, que si tenía la esperanza o la suposición de que alguien lo leyera en el futuro. en ese caso, uno tendía a justificarse, a racionalizar lo que ha hecho, a dar razones de lo que vive para que el que lo lea, no lo prejuzgue.
si atendemos a un diario como este, la cosa se complica aún más. ¿debe el perro ser absolutamente sincero? ¿en todo? ¿y si eso le trae consecuencias desagradables?. hasta en las esferas más conservadora se admite que hay cosas que deben quedar en lo más profundo de la conciencia de cada uno. el problema no es ese, sino qué hacer al escribir, hasta donde llegar. uno de los límites está claro: el perro nunca hablará de gente de su no-vida. tampoco hablará nunca de determinadas cosas que pertenecen a la relación propia Dueño-esclavo. se supone que el resto de su vida puede ser expuesta. sin embargo al perro le cuesta desnudarse aquí. el desnudo es una forma de humillación y, por tanto, una forma de control del ego. pero cuesta, y mucho. confesar faltas, admitir equivocaciones, expresar ideas y sentimientos que el perro es consciente son rechazados y juzgados por la mayoría de la sociedad, y por algunos lectores de este blog. pero precisamente por ello es una actividad necesaria, imprescindible para un esclavo. sólo podrá servir al Dueño correctamente, como El desea, cuando se haya desprendido y desnudado de todas las ideas preconcebidas, de todos los añadidos educacionales que han ocultado y tapado lo que realmente es, y desea ser. consiste en perder para ganar, en desnudarse para no necesitar vestido, en ser transparente hacia él mismo y hacia su Dueño. es una tarea de la que este perro no puede prescindir.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo