la distancia es un handicap, siempre lo ha sido, y en una relación D/s aún más. eso sin embargo, no ha amilanado ni al Dueño ni al esclavo y la relación y el control se ha hecho en la distancia. sin embargo, a veces, la distancia produce confusión y malentendidos. es algo normal porque lo importante no es que se produzcan, sino cómo se resuelven. el Dueño lo resolvió de forma expeditiva, tirando de la correa, apretando aún más el collar. el Dueño quiere control completo y absoluto de la vida del perro, así que a partir de ahora, además de las botas y la jaula, el perro debe comunicar cómo se viste, lo que come y las veces que va al baño. el perro no cree que el interés sea informativo, sino una forma de aumentar las ocasiones en las que el Dueño se hace presente en la vida del perro. se le antoja al perro que es como cuando sacas a tu mascota a pasear y se quiere ir por un lado, pero tú tienes que ir por otro. entonces lo que haces es tirar de la correa y el perro vuelve a la dirección correcta, que no es otra que la que el Dueño ha marcado. el perro debe aprender a ir junto al Dueño, no por su cuenta, sino siempre sujeto por la correa. un perro bien entrenado es obediente y no hace nada que su Dueño no ordene. sale cuando lo sacan, va a donde le dicen y hace sus necesidades cuando el Dueño se lo ordena. cada vez parece más claro que el Dueño quiere que este perro sea ese tipo de perro.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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