martes, 14 de mayo de 2013

día 1215 de esclavitud


48 días de castidad, 48 días desde el último ordeño.
un enfado del Dueño es un fracaso del perro, y ayer el Dueño se molestó porque quiso comunicar con su perro y el perro estaba en otros menesteres. no estaba haciendo nada excepcional, sencillamente estaba en el trabajo, pero no estaba pendiente del móvil y eso significaba que no estaba pendiente de su Dueño. la no-vida se impuso, como viene haciendo últimamente, desde que el perro regresó de su último viaje a servir a su Dueño. hoy la cosa ha cambiado, ha sido un cambio pequeño, aparentemente insustancial, pero muy efectivo: el perro ha entrado en el micromanagement. esta palabra inglesa se utiliza para explicar la forma de control que el Amo tiene sobre su esclavo. el macromanagement consiste en que el Amo controla, a grandes rasgos, lo que hace su esclavo y éste tiene que pedir permiso en escasa ocasiones, para cosas puntuales. más o menos este es el sistema que seguían el Dueño y el perro hasta ahora. sin embargo hoy el perro, por iniciativa, comunicó al Dueño hasta las pequeñas cosas que hacía. un pequeño mensaje de vez en cuando era suficiente para hacerlo: que había terminado una reunión y tenía otra más tarde, que estaba a punto de salir y coger el coche, que iba a comer.... así el Dueño estuvo informado en todo momento de lo que hacía el perro. por supuesto inmediatamente el Dueño se dio cuenta y eso le agradó, mitigando el enfado de ayer. eso es lo que El quiere, controlar hasta lo más mínimo de su perro: saber dónde está, lo que hace, con quien va y con quien no. hay cosas evidentes y que se mantienen: suplicar permiso para salir con alguien, para matricularse de un curso o aceptar cualquier tipo de ofrecimiento. la novedad ahora es que el perro está pendiente del Dueño incluso en la distancia.
la otra novedad introducida hoy es que el perro eliminará de su vocabulario la palabra "Amo". a partir de ahora sólo utilizará "Dueño", porque eso es lo que es efectivamente, el Dueño de este perro. imagina el perro que al principio costará. de hecho durante un tiempo le costó usar Dueño, sin el "mi" delante, pero el perro no debe usar pronombres posesivos porque nada tiene, y mucho menos debe decir "mi Dueño". el Dueño se dio cuenta inmediatamente y eso también le agradó. por la tarde hablamos directamente y mostró su agrado por ambas "innovaciones". realmente no son decisiones que haya tomado el perro, sino cosas que estaban en su interior y que han salido de forma natural. como se adaptan perfectamente a lo que el Dueño desea, no ha sido necesario un gran esfuerzo. hoy el Dueño ha sido más feliz que ayer, y por tanto el perro también.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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