encontré este relato visitando el blog de Metalbond y me impactó tanto que, tras consultarlo con mi AMO, pedí permiso para traducirlo y publicarlo aquí. Tanto Metalbond como el autor, Marknorth, me lo dieron amablemente, algo que les agradezco mucho. siguiendo el modelo original se publicará en cuatro entregas. espero que les gusta tanto como a mi.Autor: Marknorth
Publicado por: Metalbond en su diario (
pincha aquí para visitarlo)
Parte 1
Estaba en completa oscuridad y sabía que nunca más sería libre otra vez. Mis rodillas estaban doloridas de arrodillarme en el frío suelo de cemente y los grilletes habían levantado la piel de mis muñecas, cuello y tobillos. Había ya perdido la cuenta del número de dias que me había mantenido encerrado en esta húmeda habitación. Había habido un viejo, mugriento colchón en la habitación y un cubo de mierda y pis dentro, pero él las había sacado antes de encerrarme dentro. La celda todavía apestaba a orina y mierda pero él se negó a lavar la habitación como parte del castigo; y yo estaba obligado a acurrucarme en el suelo para dormir. El alimento se había reducido a dos tazones de avena fría y una jarra de agua. había usado las comidas para tratar de marcar el día y la noche- asumiento que una era el desayuno y otra la cena- pero incluso perdí la cuenta de eso. Esta encerrado y olvidado en algún calabozo medieval debía ser algo así.
Tristemente, incluso cuando realmente no tenía idea de en lo que me estaba metiendo, básicamente me había dado a él y había perdido mi vida "real". Había firmado el contrato y aceptado todas y cada una de las claúsulas que contenía. Para mi era sólo parte de la experiencia del bondage; una cementación para nuestra relación de juegos de rol en el futuro. Para él, sin embargo, era un acuerdo real; un contrato plenamente legal y vinculante que no tenía ninguna claúsula de "escape". Era definitivo y tenía todo el derecho a hacerlo cumplir hasta sus últimas consecuencias.
Una noche después de una pizza Mike me preguntó si podía usar mi ordenador para conectarse porque su conexión a internet era una mierda - él vivía bastante lejos de la ciudad en unos pocos cientos de acres que había heredado de su familia. Ni siquiera lo pensé, pero mientras estaba conectado navegó a través de mis enlaces favoritos. La mayoría de ellos estaban relacionados con el bondage. Eso le llevó a investifar en mi PC y encontró las muchísimas fotos de mi en las sesiones de bondage con varios compañeros de la ciudad. Estaba riendo cuando volví a la habitación y debí ponerme todo colorado cuando me enseñó una de las fotos en la pantalla. Mi vergüenza fue pronto sustituída por enfado hacia él por invadir mi privacidad, pero se disculpó y dijo que estaba bien. Él estaba profundamente metido en esto del bondage y había acumulado bastante material a lo largo de los años.
Mike y yo nos habíamos conocido en un bar local. Es una ciudad relativamente pequeña que atiende a turistas que buscan navegar, caminar, cazar y pescar; así que no hay ningún bar en ella. Este lugar había llegado a convertirse en un lugar de encuento, pero siempre tenías que ser cuidadoso. Había un montón de paletos bebiendo cerveza que no tenían ni idea de que lo usábamos como punto de encuentro. Entrarte al chico equivocado podría hacer que terminases golpeado o algo peor. En cualquier caso nos reconocemos por lo que somos y bebemos unas cuantas cervezas. Nos vimos alli un par de veces antes de que me sintiera lo suficientemente cómodo como para pedirle ir a cenar y tener tiempo para conocernos mejor. El era tan cuidadoso como yo y nos costó unas pocas semanas relajarnos el uno con el otro. Era un chico de discurso suave, tenía grandes ojos marrones, estaba en buena forma, unos pocos años mayor que yo y era extremadamente guapo (cualquier chico hetero no hubiera podido imaginar que era gay). Nos caimos bien y empezamos a pasar un poco más de tiempo juntos.
Me pidió ver algo de mi material y a regañadientes lo llevé escaleras abajo. En un abrir y cerrar de ojos me encontré a mi mismo esposado y amordazado mientras Mike me bajaba los pantalones y empezaba a frotar mi polla. Como se dice en las películas -fue el inicio de una bonita amistad- o eso pensé. Como él vivía lejos de la ciudad, comenzó a pasar viernes y sábados en mi casa. Me gustaba tenerlo allí y me ayudaba con algunos de los proyectos que necesitaba una casa tan vieja como la que tenía. Jugábamos por la noche y llegó a ser realmente evidente que él era un puro y experimentado dominante. No tenía ningún interés en estar atado, pero le encantaba dominarme. Las cosas progresaron así como la intensidad del bondage. Mike traía nuevas cosas de su "colección" regularmente y comenzó a mantenerme atado por períodos de tiempo cada vez más largos. Incluso aunque era cada vez más duro y duro de aceptar, no me quejaba; de hecho vivía para eso.
A menudo me encontraba a mi mismo desnudo, esposado, amordazado y sentado a sus pies mientras veíamos películas. Una vez la película hubiese terminado, Mike me arrastraría escaleras abajo y se aseguraría que estuviera incómodamente atado antes de que se fuera a la cama. A medida que pasaba el tiempo, pasaba fines de semana enteros encerrado en el sótano. Su atadura preferida eran unos grilletes que conectaba entre mis muñecas, tobillos y collar con una cadena pesada y corta. Esto limitaba los movimientos a un arrastrar los pies con el cuerpo doblado que pronto era difícil de mantener. Cuando me quejaba, él o me metía en una capucha dura o me amordazabe -añadiento además horas (o días) a mi confinamiento. Aprendí a sufrir en silencio and me acostumbré a mear y cagar en un cubo, mientras confiaba en él para la comida y el agua. Mirando hacia atrás, era obvio que Mike me estaba entrenando y quería asegurarse de que esta en sus stándares como sumiso.
Comenzó a llevarme a su casa durante este periodo. Estaba alrededor de 45 minutos en coche de la ciudad y era realmente solitario. Una vez fue un alojamiento de caza y había varias cabañas rústicas, algunas dependencias y la casa principal, todo con vistas a un lago salvaje. Aunque vieja, la casa estaba sorprendentemente bien conservada y la madera exterior escondía un completamente moderno interior. Los edificios estaban básicamente situados in medio de una superficie de acres tras una larga, estrecha y sucia carretera. No había ninguna otra casa alrededor y la soledad sólo aumentaba la belleza. Inicialmente trabajaba desde casa, con unas pocas salidas de ventas de vez en cuando. Era un desarrollador de software y tenía instalado una antena de satélite para el acceso a internet. Asumí que se había estropeado el día que necesitó usar mi ordenador.
Las primeras pocas veces que fuimos allí sólo charlamos, pescamos un poco, y paseamos por el bosque. Me aposentó en una de las cabañas como un invitado y jugamos un poco. Micke me encerró durante la noche en unos ligeros grilletes que fueron luego atados al suelo de la cabaña con un pedazo de cadena. Otra vez, a medida que pasaba el tiempo, la intensidad del bondage se incrementó y comenzó a follarme duramente. Básicamente me violaba, mientras yo no decía nada. Debería habérselo dicho, pero siempre estaba amordazado o con con una capucha antes de que lo hiciera, así que no tenía forma de decírselo. era duro, atra vez, pero nunca me quejé realmente. satisfacía mis necesidades como sumiso y era un Amo tan fuerte que aprendí a aceptarlo.
Cuando llegó el otoño perdí mi trabajo. Habia estado¨trabajando para la misma editorial durante tres años y había vivido en la ciudad y ellos sencillamente decidieron economizar. Como yo era el más nuevo fui el que se marchó. No estaba demasiado preocupado, Había hecho un apaño cuando vendí mi casa en la ciudad. No tenía hipoteca y mis gastos eran mínimos. Mis ahorros e inversiones me permitirían ir tirando durante un tiempo además de que había gran cantidad de oportunidades como freelance. Mike era amigo del dueño de la editorial y me dijo que el dueño se sentía realmente mal por tener que dejarme marchar, pero el negocio había caído y necesitaba hacer algunos recortes para permanecer viable. Como tenía más timepo libre, Mike y yo empezamos a pasar incluso más timepo juntos. Terminamos las reparaciones de la casa y estaba seguro de que la vendería rápidamente si necesitaba dinero sobre la marcha.
Mike me dijo que tenía un conocido que estaba nudcando un lugar para alquilar en la ciudad y se preguntaba si yo podría desear alquilarle la casa. Me dijo que podría hacerme con una de las cabañas y me dejaría usarla todo el tiempo que yo quisiera. Pensé en ello un tiempo y decidí que los ingresos del alquiler sería de ayuda, pero dije a Mike que le pagaría un alquiler por la cabaña - incluso aunque él no quería el dinero. Movimos mis cosas y almacenamos la mayoría en una de los edificios en las tierras de Mike y yo me acomodé en una de las cabañas después de que las adecentamos un poco. Era acogedora, tenía una agradable chimena, y una fantástica vista del lago. Tenía espacio para escribir, incluso mejor, mi compañero de bondage estaba a unos pocos pasos.
Comencé a hacer los recados de ambos. Compraba, recogía el correo, cualquier cosa que tuviera que hacerse. Me gusta cocinar, así que hice las comidas y mantenía limpio el lugar. A medida que pasaban los días me encontré escribiendo menos y concentrándome en las cosas que necesitaba hacer alrededor del alojamiento. La mayoría de los días, depsués de haber hecho la cena, me ponía en algún tipo de bondage. Normalmente era ligero durante la semana y bastante más intenso durante los fines de semana. Frecuentemente estaba encadenado en una de los viejos cobertizos durante varios días cada vez. Llevando los pesados grilletes y unidos al suelo por un trozo de cadena. Comenzó a mantenerme atado cuando tenía que salir al pueblo. Me dejaba suficiente comida y agua para sobrellevarlo, pero normalmente hacía un frío endemoniado y rara vez me dejana suficientes ropas de abrigo o mantas. Cada vez juraba que nunca le dejaría encerrarme así otra vez, pero cada vez yo me conformaba. Me quejé una vez sólo para encontrarme a mi mismo amordazado durante toda la noche y atado al suelo con una cadena tan corta que apenas podía moverme. Me entró pánico porque no podía comer o beber y todo lo que podía pensar era qué pasaría si él no volvía. Me mantuve bastante callado tras aquello.
Cuando el invierno llegó su carga de trabajo aumentó y jugamos menos regularmente. Ocasionalmente todavía me encadenada en el cobertizo y me dejaba; pero nunca me dejó suficientes ropas y mantas para mantenerme completamente caliente. Yo, perversamente, disfrutaba siendo mantenido como un prisionero de esa forma, pero siempre me alegraba cuando oía su camión regresando por el camino. Un mes más tarde o así el motor de mi coche se fundió camino a la ciudad. Tuve que remolcarlo ala garage de reparaciones y me iba a costar 15000 pavos arreglarlo, un gasto inesperado. Mike sugirió que, como era viejo de todas formas, lo tirara y usara uno de sus furgonetas durante el invierno hasta que pudiera buscar algo nuevo. Argumenté un poco pero dijo que por qué no, él sólo podía conducir un vehículo a la vez. Otra vez, cedí; era muy generoso por su parte la oferta y me ahorraría un montón de molestias. Además, al carretera hasta su casa era estrecha y recbaladiza, y una furgoneta era muchísimo mejor que mi coche en la nieve.
Realmente estaba empezando a echar de menos nuestras sesiones regulares, que estaban empezando a ser menos frecuentes, y me estaba aburriendo de actuar como cocinero y limpiador del alojamiento. El salía la mayoría de viernes y sábados debido a viajes de trabajo, así que estaba sólo más de lo que deseaba. Exploré la casa y encontré una puerta muy sólida que siempre estaba cerrada; asumí que conducía al sótano. Todos los demás edificios estaban fuertemente cerrados, incluso aquel en el que habíamos almacenado mis cosas.
Un día, sólo unos minutos después de que volviera de explorar el lugar, detuvo su furgoneta. Cuando entró me dijo que le siguiera. Desbloqueó una de las pesadas puertas que había visto anteriormente y, cuando estuvimos dentro, la cerró detrás de nosotros. La puerta era muy sólida y se sellaba herméticamente. Estábamos en un pequeño pasillo con una puerta idéntica delante, que también abrió y cerró una vez pasamos por ella. Como había sospechar, estábamos al inicio de un conjunto de escaleras que conducían al sótano de la casa. lo seguí y cruzamos otra pesada puerta el final; que también cerró tras nosotros. Cuando cerró la última puerta me dí cuenta que el único camino de salida estaba en sus llaves; estaba un poco nervioso y excitado a la vez. Estábamos en una habitación oscura que parecía una mazmorra. Había cadenas colgando de las paredes con esposas y collar a varios niveles. Había también varias puertas de metal más pequeñas a lo largo de la pared.
Continuará....