en el bdsm a veces se produce un fenómeno de multi-identidades. boys, esclavos, perros, sumisos, etc. personalmente no sólo me siento un perro, también a veces me siento un boy. es esta condición de boy la que a veces me despierta un deseo de una caricia, de una muestra de ¿cariño?. . por eso esta foto me ha llamado la atención. ¿es tan malo sentirse así?
normalmente se plantea como debilidad. viendo lo visto me parece que eso no se puede afirmar de esto. la imagen rezuma y destila autoridad, poder, masculinidad, confianza, etc. y eso son cosas que me erotizan permanentemente.
el poder, el auténtico poder, puede permitirse el lujo de utilizarlo de muchas formas: una bofetada, una caricia, un castigo y una recompensa. en el fondo todo eso no es más que distintas caras de una realidad poliédrica que se presenta ante nosotros. dos hombres, dos tíos, dos machos permitiéndose ser sensibles. ¿el comienzo de una nueva masculinidad?
2 comentarios:
Una foto preciosa, muy evocadora.
Me encantaría ser cualquiera de los dos protagonistas de esa foto.
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