el fin de semana era de mi Amo, enteramente dedicado a El. el sábado a las nueve y media estaba en el aeropuerto para coger el avión de las once, tan ansioso estaba por encontrarme con El. tras un retraso de media hora llegué a mi destino a las doce. cogí la maleta y salí. aún no había llegado así que lo llamé. me dijo que esperara fuera y así lo hice. apareció y nos dirigimos al sur. paramos en una gasolinera por el camino y me ordenó llenarle el depósito. desde el primer momento dejó claro el papel de cada uno, como si me hubiera olvidado. seguimos hacia nuestro destino que era un hotel en primera linea de playa. aparcamos y yo cargué con todos los bártulos mientras El nos inscribía en la recepción. siempre tengo una sensación extraña cuando tengo que darle el carnet de identidad para que lo haga. yo nunca he visto el suyo, ni siquiera se sus apellidos, pero no me importa, no lo necesito saber. me basta con su nombre: Amo o Señor. la habitación estaba en la octava planta, mirando directamente sobre la playa y el mar. Hacía un día increíblemente bueno. tras dejar las cosas fuimos a dar una vuelta por el hotel, a ver las instalaciones. estaba muy bien. me mandó al coche a buscar la cámara de fotos que se había quedado allí. al volver nos encontramos en los ascensores y subimos juntos. nada más cerrar la puerta se vuelve hacia mi y me agarra el cuello empujándome contra la pared, y me mira fijamente a los ojos.
-¿Qué pasa?-dice
-Nada, Señor- contesto yo. realmente no quiere ni busca una respuesta. comprendo perfectamente que está marcando el terreno, que quiere dejar claro quien manda. y lo consigue porque en un segundo mi ser sumiso toma las riendas y yo desaparezco, apareciendo el esclavo, el servidor, el sumiso. ya no soy mio, soy suyo. agacho la cabeza y ya no la levantaré en todo el fin de semana.
entramos en la habitación. El la recorre mientras espero en medio de ella. se acerca a mi y me obliga a ponerme de rodillas. me mete la cabeza entre sus piernas. siento su polla dura a través del pantalón vaquero. se tumba en la cama y me obliga a ponerme a sus pies y seguir lamiéndosela. entonces se la saca. está dura y colorada y se la como, en un gesto que se repetirá cientos de veces en ese escaso día y medio que estaremos juntos. el ritmo varía, la profundidad con la que entra también, pero el hecho es que siempre está en mi boca. a veces acierto especialmente y una oleada de placer lo recorre. lo sé porque arquea el cuerpo como queriendo disfrutar especialmente de esa satisfacción. en ese momento me siento feliz, realizado, con sentido: doy placer a mi Amo. estamos así un rato, hasta que me hace parar y me ordena quitarme la ropa. me quedo completamente desnudo. de su mochila saca una cadena y un candado. es ancha y pesada y el candado es grueso. lo cierra alrededor de mi cuello, y la usa como correa. a partir de ahora me llevará con ella por toda la habitación. me ordena ponerme mis botas vaqueras negras. me las pongo y me sube a la cama, a cuatro patas.
-¡Muéstrame el culo!-dice. lo hago.
-¡Muéstrame el culo, joder!- vuelve a repetir. lo abro más. oigo como se pone un condón. me da un sobre de lubricante y me ordena que me unte.
lo primero que llega es el dolor, la penetración es dura y fuerte. gruño para contener el grito. le pido que vaya un poco más lento. consigue meterla hasta el fondo. yo ya estoy sudando. me folla repetidamente. cambia de postura y me sigue follando. me lleva al baño y me folla delante del espejo. su polla está dura y se abre camino sin piedad y yo me someto a sus deseos.
de pronto para y va al baño mientras yo me quedo sobre la cama dolorido, gimiendo y respirando profundamente. cuando sale de allí me ordena ir al baño. he manchado mucho y me limpio. encima del lavabo están sus guantes. me limpio y salgo, aún con la cadena al cuello. por el balcón abierto entra una suave brisa. debe ser media tarde pero no lo sé seguro. me ordena quitarme las botas y me dice:
-Saca una manta del armario y prepara tu cama- mientras habla señala el suelo.
cojo un amanta y la doblo en dos. me tumbo en ella mientras El sujeta el final de la cadena. nada más poner la cabeza en el suelo me quedo dormido mientras el culo me palpita.
estoy en una situación de duermevela un buen rato. no sé realmente si estoy despierto o dormid. noto el peso de la cadena y el collar alrededor de mi cuello. mi brazo está dormido de usarlo como almohada. abro los ojos y veo su mano, saliendo ligeramente del colchón sujetando la cadena, a pocos centímetros sobre mi cabeza. no sé si estoy soñando. he perdido la noción del tiempo pero noto como suelta la cadena y se levanta. oigo ruidos pero no abro los ojos. un tirón me devuelve a la realidad. El está vestido completamente de cuero: botas, pantalones, camisa. se tumba en la cama y golpea a su lado.
-Sube-dice, como, como si estuviera llamando a su mascota, que en este caso soy yo.
me subo a la cama y me acurruco a su lado, encogido, notando el olor del cuero. me mira y pregunta.
-¿Qué quieres?
-servirle-contesto yo- convertirme en un buen esclavo.
-¿seguro?
-Si, Señor- vuelvo a contestar- sólo quiero darle placer.
-Para eso estás aquí ¿entendido?
-si Amo- llamarle así sale espontáneamente. El siempre ha sido reacio a que lo llame así. dice que tengo que ganármelo. en una de nuestras conversaciones a distancia me llamó 'su esclavo' y a partir de entonces he comenzado a llamarle Amo. no es algo consciente. curiosamente a veces se me escapa un 'Señor'. mi propio inconsciente sabe sin decírmelo, cuando me comporto de una forma y cuando de otra.
nada más terminada la conversación me pone sobre su paquete y empieza a acariciarme. nuevamente parezco un perrito. me relajo y disfruto del momento, hasta que noto de nuevo su polla dura y comienzo a actuar. se la lamo a través del pantalón, y me doy cuenta de cómo se va endureciendo aún más. la saca. efectivamente está muy dura. vuelvo a comérsela de nuevo. ahora más profundamente que antes. las arcadas se hacen más frecuentes. a El le gusta controlarlo todo, incluso cuando se la como. suele agarrarme la cabeza y marcar Él el ritmo a su gusto. yo me someto y me dejo hacer ¿qué otra cosa me queda? para eso estoy allí. de pronto para.
-¡Vete al baño y limpia los guantes!
obedezco inmediatamente. solo estoy vestido con la cadena gruesa y el candado. en el baño están los guantes manchados de la vez anterior. los limpio cuidadosamente y se los llevo.
-¡Pónmelos!- lo hago- ¿Están limpios?
-si Amo
-¿Seguro?
-si Amo
-Vamos a verlo- y me mete los guantes en la boca. primero la derecha y luego la izquierda. los mete hasta el fondo. la intención es humillarme. saber que no me gusta el scat y que cuando mancho se me corta el rollo. cuando los saca me vuelve a dirigir hacia su polla de nuevo y paso un rato comiéndosela.
a una indicación suya paso a lamerle las botas. son vaqueras, negras, de punta. se las como con gusto y sin remilgo alguno. recorro toda su extensión con toda la lengua, limpiando, abrillantando. el empeine, la punta, el tacón, no se me escapa nada. entonces llego a la suela y también la limpio, por todas partes. El sabe que eso no me agrada demasiado pero yo sé que a El si, y eso es lo único que importa, por eso lo hago.
-¡Ponme un condón!-me ordena
lo hago y El lo ajusta. entonces me dice que me siente encima suya. coloca su polla y me empala sin piedad. mi culo está más dilatado pero aún así el dolor me recorre y mi cara muestra una mueca de sufrimiento que parece gustarle. me folla, una y otra vez. vuelve a cambiarme de postura, de lugar. me dobla, me levanta las piernas. quiere dejar bien claro quien manda y de quien soy. la penetración, lo hemos hablado varias veces, tiene para los dos prácticamente el mismo significado:sometimiento, posesión, humillación. cuando me folla se da placer y deja claro que soy suyo, de su propiedad. alguna vez incluso a llegado a formalizarlo. hoy parece empeñado en que lo recuerde mucho tiempo, y que me de cuenta porque vuelve a llevarme al baño para que vea la cara que pongo cuando me la mete.
mi mente hace tiempo que está perdida, que no sabe dónde estoy o lo que hago, solo siente la polla de mi Amo entrando en mi produciendo un sin fin de sensaciones físicas, psicológicas emocionales. más de una vez me parece que voy a morir, que no voy a poder soportar tanto. pero sí que puedo y cuando para me deja tirado, sin respiración en medio de la habitación, en mi echadero, mientras El va al baño. cuando vuelve me encuentra all, tirado, sudoroso, con los ojos cerrados encogido, palpitándome todo el cuerpo. se tumba a descansar con la cadena en la mano mientras yo sigo en el suelo.
vuelve a pasar otro rato, no se cuanto. El está viendo la tele, yo estoy tumbado en el suelo a sus pies, sobre una manta. noto un tirón de la cadena y me levanto. a una indicación suya me subo de nuevo a la cama y me pongo a su lado. lo miro de soslayo, medio metido entre sus brazos. El se da cuenta.
-¿Qué pasa?
-nada Amo
-¿Qué pasa?- vuelve a preguntar con voz más firme.
-nada, Amo, solo pensaba en tocarle.
-Hazlo-dice-Quiero que hagas lo que creas que me produce placer. ya te diré 'no' si no me apetece.
-si Amo- y comienzo a acariciarle. soy plenamente consciente de que me ha dado una orden general, una nueva ley para mi vida. puedo hacer todo lo que crea necesario siempre que sea para darle placer. El decidirá si me lo permito o no. y empiezo a acariciarlo suavemente. parece que le gusta. sigo así un buen rato mientras el cuero de su camisa me inunda.
al rato de estar así me levanta y me ordena ponerme las botas . obedezco. me tumba en la cama boca abajo y me pone la capucha de cuero. la aprieta fuerte y ya no puedo ver nada. saca algunas fotos poniéndome la bota delante y obligándome a sacar la lengua. luego coge la cuerda que he traido y comienza a atarme, primero las manos y luego los pies. Al final los une dejándome en esa postura llamada hogtied: los pies doblados y atados a los brazos que quedan estirados, en tensión. me quita la capucha para que le siga comiendo la polla atado, y lo hago lo mejor que puedo. El va cambiando de postura para hacérmelo más difícil cada vez. entonces hace una de sus torturas más crueles: me obliga a tomar poppers. tienen en mi un efecto devastador, me vuelven el más cerdo del planeta. su acción en mi es inmediata y pierdo completamente cualquier prejuicio y cualquier norma social o personal. El me da poppers y entonces yo intento comerle la polla desesperadamente mientras El la mantiene a unos centímetros de mi boca. me agito como si la vida me fuera en ello, me muevo, gimo, respiro profundamente:nada. entonces, cuando la desesperación llega a su punto álgido me deja y se la como como si fuera a morirme en ese momento. todo el deseo se desborda y por cómo gime mi Amo sé que aquello le produce mucho placer. cuando para se aleja de mi y se sienta en la terraza.
-¡Desátate!- me ordena y yo empiezo a moverme. consigo quitarme todas las ataduras en menos de un minuto. cuando miro su cara está sonriendo. no sé si de satisfacción o de diversión por haberlo hecho en tan poco tiempo. el hecho es que como premio me vuelve a follar. de nuevo lo hace duramente, como queriendo dejar su marca en mi, una marca imperecedera.
cuando paró yo volví a quedarme tirado en medio de la habitación. El se marchó al baño y al poco tiempo me llamó. fui y me quitó la cadena y el candado.
-¡Entra!-me dijo señalando la bañera. así lo hice y bajo sus indicaciones, comencé a comérsela. me parecía que mi boca había adquirido la forma de su polla. mis labios estaban resecos y su sabor no desaparecía de mi lengua. abrió la ducha y seguí mientras el agua me cubría.
nos secamos y salimos. me permitió de nuevo tumbarme a su lado. desde luego estaba siendo muy cariñoso conmigo, más de lo que merezco. volvimos a quedarnos dormidos durante un rato. luego me levantó y volvió a llevarme al baño. la bañera ya se había secado. me metió dentro y me esposo a una barra que había sujeta a la pared para que la gente no se resbalara. me dejó allí, apagó la luz y cerró la puerta. me quedé en la más absoluta oscuridad. el baño no tenía ventanas y no entraba luz por ningún sitio. me relajé y me dediqué a esperar. no estaba ansioso, ni nervioso, estaba curiosamente tranquilo y curiosamente equilibrado, centrado. estaba justo donde y como sentía que tenía que estar. no sé cuanto tiempo pasé allí. fue el justo para que perdiera la noción del tiempo. El apareció dos veces. la primera se subió a la bañera y me obligó a comérsela de nuevo, así, esposado.
la segunda vez también se la comí, pero esta vez por muy poco tiempo porque alejó mi cabeza y con dos movimientos se corrió gimiendo. su leche cayó sobre mi, sobre mi pecho. fue algo imprevisto, sorprendente, pleno. vi el placer en sus ojos, vi como disfrutaba, sentí su líquido sobre mi. aquello fue un nuevo bautismo. yo estaba esposado a la bañera, sin poder tocarme, pero me sentí como si yo mismo me hubiese corrido. se limpió, me acarició la cabeza, me soltó y me ordenó que me duchara. cuando salí me dijo que me vistiera y bajamos al restaurante a cenar. ya era de noche.