aparentemente un hogtied clásico. no es solo las ataduras, sino la postura que te obliga a mantener, con esa espalda arqueada que a los pocos minutos comienza a ser una tortura. sin embargo hay algo de esta imagen que ha captado la atención del objeto inmediatamente y que en su mente evoca un grado más de humillación: el babear. cuando no puedes controlar la saliva y esta cae por fuera de la mordaza, es como dar un paso más y caer en una humillación aún mayor, porque es no controlar tu propio cuerpo, una función vital que se te escapa, y lo hace porque estás amordazado. no creo que ningún esclavo desee babear de esa manera, pero no hay posibilidad de evitarlo, y eso tiene un fuerte efecto psicológico. te muestra que has bajado un escalón más, que estás más abajo.
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