viernes, 13 de enero de 2023

día 4747 de esclavitud, castrado permanentemente

el objeto salió de trabajar a las dos y a las cuatro ya salía rumbo al aeropuerto para coger el avión a madrid. por orden del Dueño llevaba las botas "de gala", las botas lisas que tienen la caña repujada. llegó pronto el aeropuerto y tuvo que quitárselas para pasar el control. aprovechó para sacarse una foto que envió primero al Dueño y luego en redes. por supuesto antes de salirse puso la jaula. fue todo un alivio después de estar casi dos días sin ella.
el viaje fue bien aunque en la cola del embarque un tío le hizo un comentario a su novia sobre las botas del objeto. esto no llegó a escuchar bien lo que le dijo pero el contenido estaba claro. nuevamente el objeto se acordó de lo que dijo de que quien habla es porque le gustan y no se atreve a llevarlas o porque le gustan y quieren rollo. el chico era guapo pero a todas luces un poco inútil, por como se comportó después.
el vuelo estuvo tranquilo, con mascarilla y el objeto se lo pasó leyendo, al igual que el recorrido en metros que sí que fue largo porque algunos trenes se paraban más de lo normal en algunas estaciones "por el tráfico" decía la megafonía o porque tardaban en llegar e iban llenos. como en otros viajes el objeto cerró en el burguer de la calle génova antes de ir a casa del Dueño.
también como en otros viajes el Dueño bajó a recibirlo con pantalón de cuero y las botas repujadas azules, las de la primera vez. antes de entrar en el ascensor el Dueño le puso al objeto la cadena y cerró el candado. no hubo cruce de palabras, ni siquiera un hola. el objeto permaneció en silencio todo el tiempo.
al entrar en la casa no fuimos directamente al dormitorio que tiene el Dueño, más bien habría de decir apartamento porque tiene adjunto un baño y un vestidor. en vez de ir allí llevó al objeto a uno de los grandes salones de la casa donde lo recibió por primera vez hace hoy, trece años. él se sentó en el otro sillón y puso la pierna como la había puesto entonces, doblada sobre la rodilla con la bota apuntando al objeto. esto miraba para el suelo y el Dueño habló: "Mírate ahí, como hace 13 años, cuando te sentaste seguro de tí mismo pensando que no te podría dominar, que podrías mantener el control. Y mírate ahora, sometido, roto, una propiedad igual que cualquier figura o libro de esta casa que me pertenece". por supuesto el objeto no pudo decir nada sino mirar al suelo escuchando y aceptando la única realidad de esas palabras. Luego el Dueño se levantó y abrazó al objeto metiendo su cabeza en su pecho y dejando que el objeto tocara por primera vez este fin de semana el pantalón de cuero que llevaba.
estuvimos así unos segundos hasta que el Dueño llevó al objeto al dormitorio y lo condujo al baño donde esperaban las botas rojas. ordenó al objeto que se quitara todo menos los slips y se pusiera las botas rojas, cosa que el objeto hizo inmediatamente. como el Dueño no llegaba, lo espero mirando hacia la puerta de rodillas y con la cabeza mirando la suelo. cuando el Dueño aparece lleva el pantalón de cuero pero las botas altas nuevas por fuera. son completamente lisas en el empeine y en la caña y brillas sobremanera. está sin camisa. saca al objeto y se tumba en la cama poniendo al objeto al lado y le dice "Dame placer" y el objeto obedece y empieza a acariciar y a lamer las del Dueño. le come la polla y el Dueño empieza a gemir, después de quitarle el pantalón, evidentemente, aunque el olor lo impregnaba todo. el Dueño lo llama "puta" en varias ocasiones. es por las botas. dice que son botas de "puta" y que llevarlas convierte al objeto en una puta, y cada vez que lo dice el objeto se excita sexualmente. el efecto se parece a cuando en alguna ocasión el objeto ha aspirado poppers. tiene un subidón casi instantáneo y pierde un poco el sentido. el Dueño le pone una mordaza de bola, grande, la que suele emplear mucho últimamente, y sigue follando la mente del objeto. resulta que es una práctica con nombre en inglés, mindfucking y el Dueño lo hace estupendamente. a todo esto el objeto no ha dicho una sola palabra, ni la dirá en toda la noche. Solo el Dueño habla.
en un momento dado le ordena al objeto que le quite las botas y las huelas, y el objeto obedece. huelen a cuero, a pies, a Dueño y el objeto siente otro nuevo subidón. recuerda que hace mucho que no eyacula y cree que, además, algo se ha roto en estas navidades que ha hecho que el objeto de un paso más. el Dueño excita al objeto así casi sin nada fetichista solo con su mirada y su presencia. o tal vez es que de vez en cuando vuelve a llamarlo "puta" y que no tiene derecho a nada y que no merece nada y que le pertenece. el objeto ha perdido el control y no sabe lo que está haciendo, sencillamente obedece lo que el Dueño dice y lo que hace. el Dueño se está masturbando y entonces coge la mano del objeto y se le pone en la boca. entonces, sin saber por qué, el objeto también le tapa con la mano la nariz. el Dueño no se la retira y empieza un juego de asfixia que no dura prácticamente nada porque el Dueño se corre entre espasmos de placer cuando le sale la leche y entra el aire. esto es algo nuevo, muy nuevo, y el objeto queda en shock.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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