hay días, como el de
hoy, en el que la interacción con el Dueño por medo de mensajes, se
reduce al mínimo. sin embargo eso no significa nada porque el Dueño ha
establecido una serie de medidas alrededor de la existencia del objeto,
una serie de hábitos y rituales, que garantizan la sumisión del objeto,
su obediencia y que el vínculo que mantienen ambos no decaiga lo más
mínimo. el objeto sabe lo que tiene que hacer casi en cada momento y ha
asumido, tiene interiorizado lo que es y a quien pertenece. son cosas
que no cambian. da igual que el Dueño esté supervisándolas o no, esté
presente o no. ha entrenado y modelado al objeto para estar siempre
pensando en Él. es como tener puesto un piloto automático, y más ahora
que ha regresado el objeto al trabajo después de las vacaciones. además
ahora que está puesta la fecha del próximo viaje, es una cuestión como
de espera, de dejar pasar los días hasta que el objeto vuelva a estar
bajo las botas del Dueño. será el primero después de la lesión que le ha
afectado tanto, y ambos lo necesitamos, aunque no es realmente correcto
decir que el objeto lo necesita porque esto no puede tener deseos. ni
tampoco que el Dueño lo necesita porque eso implicaría que el Dueño
depende del objeto, y no es así. a veces el lenguaje es insuficiente
para hablar de determinadas cosas y el objeto cree que el bdsm y las
relaciones de Dominación/sumisión es una de ellas. nos faltan palabras y
expresiones para poder explicar las cosas que vivimos. tal vez por eso
usamos la metáfora y tal vez por eso recurrimos tanto al silencio. al
final las mordazas no sólo van a ser un instrumento de control y
dominación sino una manifestación de nuestra existencia.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 19 de septiembre de 2022
día 4630 de esclavitud, castrado permanentemente
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