retoma este objeto esta sección que ha titulado cartas desde la mazmorra. no es normal encontrar un blog tan longevo, lo que permite decir que no escribía una carta desde la mazmorra hace siete años. es mucho tiempo, durante el cual han pasado muchas cosas. sin embargo lo que sigue en pie, lo que sigue en vigor, lo que sigue constante es que el objeto vive en una mazmorra virtual, que en algún momento se convertirá en una mazmorra real y física. hace poco comentó en el blog que el nuevo movimiento del estoicismo moderno defendía que uno no puede ser conquistado hasta que su mente lo sea. que incluso estando rodeado de barrotes, mientras tu espíritu sea libre tú lo serás. el objeto vive una inversión de esta idea ya que sabe que su mente y su espíritu han sido encerrados por el Dueño, aprisionados y encadenados. por tanto, aunque parezca que es libre, aunque los otros, los que le rodean, piensan que lo es, no lo es realmente. nunca imaginó el objeto que aquella noche de enero comenzaría un descenso a una prisión oscura donde permanecería el resto de sus días. fue el comienzo de un viaje duro que ha tenido un buen final. para muchos vivir de esta forma es inconcebible, enfermizo y problemático. para el objeto no lo es. porque de hecho el Dueño no es responsable de que haya sido así. lo es en un sentido operativo pero fue el objeto quien le suplicó, y le suplica cada día, que lo vaya encarcelando aún más, cada vez más. suplica que la mazmorra sea más profunda, que esté más abajo, que sea más difícil salir, imposible escapar. es una mazmorra real. y desde ahí el objeto vuelve hoy a escribir, desde lo más profundo. tal vez no haya mucha diferencia con respecto a otras entradas de este blog, a las reflexiones de la FdD. la principal diferencia para el objeto será que escribirá estas cartas como si realmente alguno de los lectores fuera a recibirlas, como si pudiera meterla en un sobre y enviarla. en el fondo sigue siendo lo mismo, porque al apretar el botón de publicación es como si las echara al correo.
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