la mirada lo es todo. a veces con ella sabemos que el ego y el orgullo siguen presentes en el inferior, y a veces nos damos cuenta que se encuentra más allá de el momento presente. con la mirada el esclavo puede preguntar, adorar, suplicar, entregarse. a menudo el Dueño, en medio de una sesión, con el objeto radicalmente amordazado, le dice: "Mírame". no es casualidad la frase esa de que "los ojos son el espejo del alma", y en un entrenamiento el Dominante debería esta muy pendiente de los ojos del inferior. es una vía de comunicación, una forma de acceder a su alma, en definitiva una forma de controlarlo. el lenguaje no es suficiente, ya que en la mayoría de los casos debería esar amordazado, o condenado al silencio. su palabra, la del sumiso, no tiene valor, pero su mirada no suele tener precio.
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