la privación sensorial es una práctica extrema. aisla al inferior de su entorno y le priva de los estímulos más básicos. el efecto psicológico es brutal, así como el emocional. la sensación de indefensión es absoluta y, una mente no suficientemente entrenada, puede desembocar en un estado de ansiedad y nerviosismo nada agradable. sin embargo, si consigue controlarse este estado, se pasa al polo opuesto. cuando el inferior acepta que ya nada depende de él, que pueden agredirle de cualquier forma y no podrá defenderse, cuando acepta que su seguridad e integridad física y psicológica dependen del Amo, entonces entra en un estado de fluidez, de tranquilidad, de paz y de calma que pocas cosas producen. a medida que pasa el tiempo la profundidad a la que llega en subspace aumenta brutalmente. y entonces ocurre: ya no se siente ni persona. solo es un ente existiendo, viviendo, sin preocupaciones ni angustias, sin pasado ni futuro, un presente absoluto.
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