día 4510 de esclavitud, castrado permanentemente

el objeto se está quedando con la impresión de que está utilizando el blog como una forma de desahogo por su estado físico actual, o tal vez sea el ego que intenta hacerle ver que no está bien mostrarse tanto y de esta manera. es como cuando el objeto comete una falta, o rompe alguna de las reglas del Dueño. en el fondo reconocer que no se es perfecto sigue siendo un problema, pero lo sigue siendo porque el ego está ahí presente, no porque lo sea de verdad, y menos siendo un objeto con forma humana sin derechos y sometido a un Amo. el hecho es que no se puede servir 13 años al Dueño y querer seguir siendo un jovencito o un señor de mediana edad. el tiempo pasa, para todos. y la vida consiste en aceptar lo que nos presenta, bueno y malo, lo mejor y lo peor. el objeto nunca ha tenido un cuerpo diez, pero a medida que pasa el tiempo los números descienden. sin embargo, y ahí está la clave, eso no parece molestar o importar al Dueño, al contrario, sigue excitándose con su propiedad y se considera afortunado de haberlo encontrado y de haberlo entrenado, o al menos eso le ha dicho al objeto, que por su parte solo puede sentir gratitud y adorar al Dueño como Él se merece. si, el objeto no está en las mejores condiciones, y si, el objeto no se adapta a los fantásticos esclavos y sumisos que cuelgan sus fotos en instagram o twitter. pero el objeto vive la esclavitud voluntaria que le hace feliz y da sentido a su existencia, pertenece a un Amo que ya le gustaría tener a cualquiera y tiene un Dueño que cuida de su propiedad, la guía y orienta, la conduce y sigue entrenando cada día para conseguir los objetivos que no son sino los que Él establece. en más de una ocasión ha dicho el Dueño de coger un avión y venir a ver a su objeto, preocupado por el estado de su espalda, pero esta situación es momentánea. las cosas volverán a su cauce y el objeto seguirá yendo a ponerse bajo las botas del Dueño. el objeto se hace mayor, y como toda propiedad, y más en nuestro mundo donde sale un teléfono móvil nuevo cada seis meses, puede quedar desfasada. lo fantástico de esto es que si el Dueño consiguiera un repuesto del objeto más joven, más sumiso, mejor, y lanzara al objeto a la basura o lo liquidara, el objeto solo podría arrodillarse ante el Dueño, tocar con su frente el suelo delante de sus botas en señal de adoración, darle las gracias y decirle "si, mi Dueño".
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.