una mazmorra es, por definición, una prisión subterránea, pero realmente cualquier lugar puede ser un espacio para encerrar a un esclavo. sólo hace falta que tenga los materiales necesarios, o ni siquiera. de hecho tampoco hace falta un lugar. el objeto, por ejemplo, aparece como un ser humano libre, con capacidad de decisión y derechos, sin embargo, como le ha dicho el Dueño en repetidas ocasiones, está prisionero, fuertemente encerrado por unos barrotes que los demás no ven pero que son más duros y fuertes que cualquiera de verdad. esos barrotes tienen prisionera la mente del objeto, impidiendo que esto pueda actuar libremente. el objeto no estaría más encerrado en un sótano tras una puerta de acero, porque es la mente donde realmente se juega la sumisión, el control y el dominio. alguien puede entregarse a un Amo, al menos en apariencia, pero no ser más que un juego mental para excitarse en una sumisión que dura lo que tarda en llegar el orgasmo. eso no es sumisión de verdad. el Dueño, y por tanto el objeto, lo tienen claro. es el control que tiene el Amo sobre la mente del esclavo lo que marca la diferencia: sus pensamientos, sus ideas, su visión del mundo, sus rituales.... todo va conformando una jaula, una celda, una red, de la que es imposible escapar, sin morir al menos en el intento.
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