día 4470 de esclavitud, castrado permanentemente

segundo día de castigo. la jaula no está y esto se siente completamente desnudo en todo momento. está triste por haber fallado, por no haber obedecido al Dueño. el equilibrio se ha roto y el castigo sirve para restituirlo, para restaurarlo. una falta sin castigo mantiene ese desequilibrio hasta que se convierte en una grieta y la grieta se va agrandando hasta convertirse en ruptura. por eso los castigos son tan necesarios y por eso el objeto, a pesar de todo, agradece profundamente al Dueño que se lo haya impuesto. eso no evita que sienta lo que siente, esa profunda desazón por estar si ella.
hoy el Dueño ha ido a la granja, a su casa, la casa que ha dicho que sería el hogar del objeto si diera el salto hoy mismo. allí hay una habitación que el Dueño ha dicho que se adaptaría como mazmorra, y que el objeto estaría allí encerrado, sin contacto con el exterior. son unas pequeñas vacaciones que el Dueño se ha tomado y que el objeto envidia en cierta medida. añora estar allí bajo sus botas, permanentemente amordazado y sometido a su voluntad. le gusta pensar en estar allí encerrado sin otro contacto que el del Dueño, dedicado a escribir y a leer, que es lo que el Dueño quiere que haga, aparte de servirle sexualmente, por supuesto.
a primera hora de la tarde, el objeto ha ido a darse un masaje para la espalda, después de una semana de espera. el fisio ya lo conocía de situaciones anteriores y sabe cómo tratar al objeto. como en ocasiones anteriores lo que más le llamó la atención fue cuando le aplicó electrodos y le dio electricidad. no pudo evitar recordar al Dueño y cómo quiere utilizar eso con el objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.