la inocencia en el bdsm no existe. existe la inexperiencia pero nadie llega al bdsm por casualidad y la candidez, incluso la infantilización son poses, estrategias, incluso fetiches, pero siempre intencionados. el bdsm es el siguiente paso después de un aprendizaje y experimentación en el sexo vanilla, y no al revés. nadie compra una mordaza por error, o se pone un collar pensando que es un complemento aceptable. siempre hemos tenido previamente la fantasía o el deseo de llevarlos puestos, de que nos lo pongan o de que nos usen con ellas. es cierto que la fantasía es previa a cualquier práctica en el bdsm y eso hace que cualquier interacción sea intencionada e intencional. además hay un requisito previo: la negociación. un buen encuentro bdsm lleva consigo previamente una negociación donde se establezcan los límites, los gustos, las prácticas, en definitiva donde los participantes se conozcan. sin eso el encuentro no es realmente bdsm. por eso nadie llega a esto por casualidad. antes debemos perder la inocencia, pero eso precisamente es parte de su encanto.
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