obedecer al Dueño
cansa, agota. no son las órdenes normales, más relacionadas con el bdsm
las que producen ese efecto. la que realmente cansa es la orden de
codearse con humanos, de tener que vivir en su mundo haciéndose pasar
por uno de ellos. tiene que ser así, al menos por ahora. porque el Dueño
sabe qué pasos debe tomar para encerrar al objeto definitivamente. ya
tiene el lugar, ya tiene una idea clara de cómo hacerlo. ante eso la
pregunta es obvia ¿por qué no lo hace? pues porque, aún siendo objeto,
esto tiene unas responsabilidades que, hasta que no se aclaren, no puede
dejar. resulta que abandonar el mundo humano no es tan fácil como
parece. basta con pensar en ello: documentos, alquileres, cuentas
corrientes, trabajos, relaciones.... en el fondo vivimos prisioneros de
una maraña de cosas que a veces nos impiden avanzar. si algo ha
demostrado el Dueño es que sabe qué pasos dar y cuando. al inicio de la
relación el objeto quería ir rápido, quería ir deprisa, quería quemar
etapas. y fue un error muy grave. cada cosa tiene su momento, cada cosa
tiene su lugar y hay que saber madurar las cosas para que ocurran cuando
tienen que ocurrir. romper a un inferior antes de tiempo puede dejar un
daño irreparable. la cosecha debe estar madura porque si se recolecta
antes de tiempo, se pierde completamente.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 11 de marzo de 2022
día 4439 de esclavitud, castrado permanentemente
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