el Dueño tiene una
casa que no usa en un pueblo a 20 minutos de madrid. hoy le ha dicho al
objeto que mañana mismo podría ir y desaparecería del mundo, que lo
encerraría allí y que viviría sin ver a nadie, aislado y sometido al
Dueño, encerrado y dedicado a lo que el Dueño quiere, que lea o escriba.
en una casa en un piso bajo, con barrotes en las ventanas. por ahora, y
debido a situaciones familiares el Dueño no podría vivir allí
permanentemente, pero sí podría hacerlo el objeto, desde mañana mismo.
el objeto estaría encadenado permanentemente, llevando mordaza y botas, y
por supuesto, la jaula. no tendría que hablar con nadie y viviría
aislado. la pregunta es obvia ¿por qué no lo hace el objeto? por la
misma razón por la que el Dueño no podría vivir con el objeto, porque
esto tiene una serie de compromisos que debe responder, y porque la vida
real no es una película porno y hay que hacer las cosas con cabeza, eso
al menos dice el Dueño. sin embargo los condicionantes van haciéndose
cada vez menos importantes, y va cobrando fuerza una realidad, que es
más dura que todo eso. debido a su entrenamiento, al objeto se le está
haciendo cada vez más duro vivir entre los humanos. pronto llegará un
punto en que será incapaz de hacerlo. entonces será el momento de dar el
salto y ser encerrado. el objeto no tiene derecho a pedir, pero ha
puesto algo bajo las botas del Dueño. cuando ese salto se dé, que se
dará, el objeto necesitará cortar absolutamente con todo, de forma que
sólo aparezca ante otros humanos que no sean el Dueño encapuchado, sin
rostro y sin habla: un mero objeto. no es algo que el objeto pueda
decidir, pero intuye que es algo que el Dueño desea igualmente. tras ese
salto el único modo de interacción que tendrá el objeto será el
ordenador. el Dueño lo controlará mediante cámaras las 24 horas y no
hablará con nadie, lo que significa que no hablará porque delante del
Dueño sólo es posible el silencio, y más estando permanentemente
amordazado. esto es consciente de que es una vida que a muchos les
repugnará o les resultará muy dura, pero el Dueño ha enseñado al objeto
que es la única vida posible para esto. no es humano, no puede esperar
nada de los humanos, y cualquier atisbo de humanidad que queda en el
objeto sólo existe para que pueda simular ser uno de ellos en el
trabajo, en la tienda, con algunos conocidos que quedan, y poco más.
cuando viva en esa casa ya ni eso será necesario.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
1 comentario:
Gracias por responder a mi pregunta mediante este texto
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