el bdsm no es un juego de niños, y hasta el objeto llegaría a decir, ni de adultos, al menos de la mayoría de los adultos. practicarlo, y vivirlo, requiere de una serie de prácticas y conocimientos que no están al alcance de todos. está bien ver una película tipo 50 sombras de grey y pensar que todos los Amos son millonarios y que en el fondo, el bdsm no es más que una práctica sexual pero es una práctica al límite, donde se ponen muchas cosas sobre la mesa, desde la integridad física a la mental y psicológica. de hecho el mayor peligro no está tando en un juego de ataduras, o el más extremo, el del control de la repiración, sino en lo que eso conlleva, en como la mente también se subordina junto con el cuerpo, en como el Superior entra en lo más íntimo del sumiso. atarte no tiene casi ningún valor, sentir la impotencia que eso conlleva es lo que da el subidón. por eso a veces algunos practicantes sencillamente están jugando con canicas, mientras otros apuestan su propia vida. ¿por qué hacerlo? dirán algunas. parece un riesgo innecesario. la respuesta es sencilla: porque así como es la apuesta así de alta, asi es recompensa si ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario