el sentimiento más fuerte que guía a cualquier inferior, a cualquier amante del bondage es la indefensión, la sensación de sentirte impotente y de no poder controlar nada de tu entorno. cuando estás en una habitación y el bondage se produce en ella, el nivel de lo que no controlas, que equivale a la cantidad de cosas que te pueden pasar es muy reducido. sin embargo si sales al exterior y el bondage se produce fuera, esa cantidad de cosas de multiplican casi hasta el infinito. eso significa que la sensación de indefensión también lo hace.
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