FdD vuelta atrás

la castidad tiene un peligro, que no tiene marcha atrás. si se utiliza como un sistema de control frente a una masturbación desenfrenada o a una tendencia a follar con cualquiera, la aliminación de la castidad llevaría consigo la exageración del comportamiento que se quería evitar. es como cuando alguien sale de la cárcel, puede llegar a emborracharse con la nueva libertad adquirida. a un esclavo en castidad le ocurre lo mismo. la jaula es una correa, si se suelta por algún motivo, volver a ponérsela será muy complicado y además el esclavo volverá a sus actitudes y comportamientos anteriores a ser enjaulado.
por eso es tan necesario tomar en consideración ponerle la jaula a un esclavo. debe ser una decisión meditada y reflexionada detenidamente porque, una vez puesta, puede ser muy contraproducente dar marcha atrás. de hecho no debería hacerse nunca. una vez enjaulado, un esclavo debe permanecer enjaulado para siempre.
esta es la razón, incluso sin ser conscientes de ello, de que los esclavo temamos tanto a las jaulas. una vez puestas, lo cierto es que sentimos que siempre debimos llevarlas, pero antes nuestro ser tiembla ante la posibilidad de perder tanto control, incluso siendo eso lo que deseamos. cuando el Amo cierra el candado o el dispositivo de cierre, algo cruje en el interior de un esclavo. sabe que ha cruzado una frontera de la que no volverá salvo que pase algo grave (que la relación se rompa o que comenta una falta que le lleve a ser liberado por el Amo).

este pequeño trozo de plástico, en sus diferentes formas y colores, es una herramienta endiablada, algo perverso para cualquier tio que haya sido educado en la masculinidad más recalcitrante. y sin embargo, según los datos que han llegado al perro, es el artefacto más vendido en el mundo de las tiendas del sexo después de los consoladores. algo tendrá que motiva a tantos a probarlo, y no sólo en el mundo homosexual, de hecho casi diría que es más común entre los heteros. desde luego algo tendrá. lo único que sabe el perro es que, en estos momentos, forma parte de su vida por deseo del Dueño y, según ha dicho el Dueño, el perro morirá con ella puesta.