el perro siempre recuerda una frase de un amigo cuando estábamos en un bar leather: "cómo se nota que estás mirando al cuero, no al tio". esa ha sido la mejor definición del fetichismo el perro que han dado nunca. no es cierto que para un fetichista no sea importante la percha, pero casi lo es más lo que está colgado de ella. por eso precisamente es fetichista, y a estas alturas del partido el perro no va a pedir perdón porque sea así, ya tiene bastante con cumplir las órdenes del Dueño y suplicar su permiso y su perdón para casi cualquier cosa en la vida del perro.
el cuero tiene algo que trastorna al perro. cuando el Dueño lo lleva es como si se emborrachase, como si se drogase, como si su voluntad desapareciera e hiciera cualquier cosa que el Dueño le ordenara. siempre lo hace, pero el cuero es un plus que lo aliena y le hace perder el poco autocontrol que tiene. no hay nada comparable a eso.
martes, 8 de diciembre de 2015
FdD autocontrol
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