hace unos días hablábamos de la realidad frente a la ficción, de aquellos que fantasean con el bdsm y aquellos que se someten realmente. y de nuevo traemos a colación una imagen no tomada en ningún plató de una productora porno, ni siquiera en un local con algo preparado, sino en un encuentro de la calle. son un Amo y un esclavo reales, fetichistas, con material, mostrando públicamente la sumisión de uno hacia el otro. llama el perro la atención sobre la cara del esclavo. si alguien piensa que el bdsm no produce alegría y felicidad deberían mirar esta imagen. ¿quién podría decir que un alguien cubierto de latex y cuero, con una cadena al cuello como cualquier perro o mascota podría ser feliz? sólo nosotros.
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