al bdsm le gusta la oscuridad, los sótanos, los lugares decadentes como fábricas o casas abandonadas. por eso es raro encontrar imágenes como la de hoy: cuero brillante a la luz del sol. el perro duda si los pantalones son de latex o de cuero, pero no hay duda con la chaqueta, los guantes o las botas. ningún fetichista, esclavo o no, podría resistirse ante esta imagen. no quiere decir el perro que todo esclavo se arrodillase, especialmente si es propiedad de un Amo, pero sí que no podrá evitar mirarlo y sentir como sus piernas tiemblan. para un fetichista irradia poder y autoridad, y los esclavos somos muy sensibles ante esto.
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