en cierta medida los Amos "juegan" con los esclavos, no en el sentido de que no se tomen en serio su entrenamiento sino que el esclavo que se muestra muy seguro es un mal esclavo. si el Amo lo mantiene en tensión de forma que lo desconcierte de vez en cuando con lo que dice, el esclavo tendrá que estar en tensión. a los Amos suele gustarles eso, desconcertar, desequilibrar al esclavo. el Dueño también lo hace: dice algo que de pronto el esclavo duda si está hablando en serio o no. esto se puede hacer de muchas formas, bien con la palabra o con los gestos. el Amo de hoy tiene esa cara hasta cierto punto infranqueable, irónica, desconcertante. aún así el perro no miraría esa cara, por un lado por respeto para no meter la pata y por otro porque entre tanto cuero estaría como borracho. incluso sólo a través de una foto, el perro puede sentirse embriagado por el olor.
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