el Dueño y el perro tienen una frase que solemos decir a menudo: "el cuerpo no engaña". le empleamos en aquellas situaciones en las que hablamos de posibilidades, de cosas que queremos y podemos hacer y que no hemos hecho. por muy brutas o duras que puedan parecer esas situaciones, si el cuerpo reacciona, el cuerpo no engaña.
por supuesto la forma más común de reaccionar es una erección, satisfactoria en el Dueño, dolorosa por la jaula en el caso del perro. es un indicativo, una señal de que lo que estamos hablando está tocando ese corazón de Dominación/sumisión que Amos y esclavos naturales tenemos, y que reacciona frente a estos estímulos.
esta reflexión viene a cuento por el esclavo de la foto. tiene la apariencia física de un macho alfa pero ese collar fuertemente apretado alrededor del cuello nos dice que no es más que un esclavo. además obligado a arrodillarse, con las manos atadas a la espalda y las esposas de metal en los pies, nos dicen de su situación humillante.
sin embargo su pene erecto mientras come la polla de su Amo dice que ese es su sitio, que ahí y así debe estar. ese es su lugar en el mundo.
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