hay cosas imposibles, incluso en el mundo bdsm. una de ellas es romper unas esposas o unas cadenas con la fuerza bruta, sin ningún tipo de ayuda. un esclavo puede cortar las cuerdas, deshacer los nudos, pero el metal de las esposas no se puede cortar ni romper. una vez cerradas solo el que tiene la llave puede abrirlas.
el metal siempre es el metal, y tal vez por eso el Dueño prefiere ese material en la jaula de castidad. no hay forma de que se rompa, de que se corte: sigue siendo la forma más segura de mantenerte controlado.
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