sábado, 10 de enero de 2015

día 1823 de esclavitud, 270 de castidad

la mañana la empleó el perro para hacer cosas que tenía pendientes en la casa. por la tarde el Dueño programó un período de encierro, el que no se pudo realizar el otro día. así, a eso de las cuatro y media, el perro se puso a prepararse para encerrarse en casa.


17:15 el perro comienza con las pinzas. lleva las botas sendra que el Dueño le permite llevar, la jaula de castidad de metal, un collar de cuero ancho y dos cintas en la boca que le impiden hablar. se saca varios videos para dejar constancia para el Dueño de lo que está haciendo. las pinzas de caen porque no agarran bien los pezones del perro. el perro aprieta las ruedecitas para que la presión aumente y no se caigan. no siente el perro realmente gran dolor. curiosamente lo más molesto es el collar, que al ser tan ancho obliga al perro a tener el cuello rigido, una postura a la que no está acostumbrado. intenta no fijarse tanto en el tacto del cuero de los pantalones porque eso le llevaría a una dolorosa erección con la jaula.


18:15 primera hora de tortura de pinzas. lo principal a señalar es que la pinza derecha no hace más que caerse, no sabe el perro si porque no tiene donde sujetarse, por el sudor o por algún defecto de la pinza, que es relativamente nueva. el Dueño se quedó con las que tenía el perro anteriormente.
el perro se ha dado cuenta de que es capaz de soportar el dolor de las pinzas. es un dolor constante, no demasiado intenso, y continuado. eso significa que el cuerpo se va acostumbrando a ese dolor. otra cosa distinta se imagina que será, por ejemplo, latigazos o una fusta. ese dolor concentrado e intenso es otra cosa.


19:15 se terminan las dos horas con las pinzas. el perro se las quita y siente ese dolor intenso que produce la sangre volviendo y estimulando las terminaciones nerviosas. con las pinzas ocurre eso, duele más al quitarlas que al ponerlas. entonces, justo cuando me se quitó las pinzas, el perro empezó a agobiarse. fue la misma sensación que cuando te momifican y te das cuenta de que no te puedes liberar, de que pierdes el control. el collar empezó a apretar más de la cuenta. fue un proceso psicológico, por supuesto, como cuando a una mascota que no ha llevado nunca uno se lo ponen. no lo aprieta pero no lo soporta. el perro debería estar acostumbrado ya a ello, pero lleva demasiado tiempo sin llevarlo, al menos uno que le mantiene la cabeza tan erguida.
envió un mensaje al Dueño y este llamó para terminar el encierro. "Ya intuía yo que no estabas preparado", dijo. y esa frase me sorprendió muchísimo porque demuestra que el Dueño parece conocer al perro mejor que el perro mismo. Dueño y perro hablaron y salieron varias cosas a la luz. el perro estaba preocupado por cómo aparecería en los videos, y el Dueño le dijo que eso no era de su incumbencia, que era el Dueño el que decidía si el perro salía bien o no y que era al Dueño a quien estéticamente debía gustar el perro. cualquier cosa fuera de eso era vanidad y la vanidad es un producto del ego. nuevamente el perro se maravilló. efectivamente cree que el agobio que le entró al perro vino del ego, de su deseo de perfeccionamiento y de quedar bien ante el Dueño, ante los lectores del blog y ante cualquiera. eso de "quedar bien", efectivamente es vanidad y un esclavo no debe ser vanidoso.
la ironía y la paradoja de todo esto es que el esclavo quiere ser el esclavo perfecto y, al quererlo, dejar de serlo, porque la perfección sólo le corresponde a los Amos, a los Superiores, a nuestros Señores. nosotros vivimos en la imperfección, en la mejora constante, en la necesidad de control y de entrenamiento porque nunca podremos alcanzar ningún grado de perfección. nosotros, los esclavos, hemos nacido para vivir en la humillación y la humildad, aspirar a cualquier otra cosa trae problemas como los que ha tenido el perro hoy.
esta es la enseñanza de este día, y el encierro de hoy ha servido para eso. sin la ayuda del Dueño no podrá el perro conseguirlo. sin El el perro está completamente perdido.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

2 comentarios:

skinorro dijo...

Este post es realmente grande, revelador y una muestra de grandeza. Efectivamente, tienes razón: tu dueño es quien valora. Pero como esclavo estás haciendo un gran trabajo con los que te seguimos.

Gracias.

esclavobotas302001 dijo...

muchas gracias por tu comentario. el perro solo hace lo que el Dueño le ordena, así que todo el mérito es de El. de nuevo gracias por participar en el blog.