las botas siempre omnipresentes, siempre produciendo saliva en el perro, como un vulgar animal que tiene una reacción fisiológica ante un estímulo al que no puede resistirse.
cuando el perro cae en la cuenta de que esto es así no puede sentirse más inferior y sumiso. sin ellas el perro ya no se siente bien llevando otra cosa. es como ir descalzo por la vida.
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