sábado, 29 de noviembre de 2014

día 1781 de esclavitud, 228 de castidad

escribir un diario, especialmente si es un diario bdsm que además se publica, exige disciplina. es casi como ir al gimnasio,
tienes que practicarlo todos los días porque si no pierdes fuerza. y al igual que con el gimnasio, no siempre se está igual.
hoy el perro se ha sentado a escribir y no salía nada aceptable. esta semana prácticamente ha sido toda así, sin capacidad de escribir nada que mereciera la pena. a veces las palabras fluyen casi sin proponerlo, pero otras veces se resisten en salir y parece que han desaparecido. el perro siempre intenta hacer el mejor servicio a su Dueño y hacer las mejores entradas posibles, pero no siempre puede.
es cierto que el nuevo cargo del perro no ha llevado consigo un empoderamiento del ego, pero sí que significa más estrés y presión, lo que se traduce en mayor cansancio y menos tiempo tranquilo y sosegado. hay que estar así, tranquilo y sosegado, para que las palabras fluyan tranquilamente. para el perro la esclavitud es eso, tranquilidad y sosiego. cuando está atado y amordazado todo parece adquirir sentido, y el perro se siente así, en equilibrio, integrado. eso ocurre en el plano físico, en el psicológico esa clama viene por no tener que elegir ya que el Dueño lo hace por el perro. así todo ocupa su lugar, todo está en su sitio, algo que no ocurre en este momento.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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