sábado, 21 de junio de 2014

minirelatos

-¡Vamos!- dijo el Amo mientras tiraba de la correa llevándolo del sótano al salón.
Cuando entró vio a tres tios encuerado. eran las primeras personas que vería en tres meses y debían ser amigos del Amo.
Estaba amordazado así qeu sabía que no esperaba que hablara y la capucha impedía que lo reconocieran de los carteles de desaparecido.
estaba allí como un propiedad del Amo, como un objeto que le pertenecía.

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