miércoles, 12 de marzo de 2014

FdD donde estás


ante imágenes como esta el perro se fija en la composición, en la organización, en esas botas en un extremo y en la cadenas en los pies del perro. sin embargo lo que más llama la atención es el propio sumiso, con el que se produce una identificación. el perro empieza a sentir el cuero, a oler la capucha, a oscurecérsele la vista, mientras un sentimiento de envidia le corroe. interiormente aparece la paz, esa paz que sólo un esclavo siente cuando se ha sometido a su Dueño. es la paz fruto de la total privación sensorial, de la incapacidad para sentir... sólo el silencio; y el silencio en la palabra y el silencio en los oídos.
está en un salón, pero podría estar en un parque, en un sótano, en un almacén o en un bar. poco importa eso, porque aquí el exterior no es importante, sólo que el esclavo se enfrente a lo que es.

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