esta imagen es, para este perro, una expresión gráfica de su vida auténtica, de su felicidad. el perro vive en un estado de sumisión tal, que sólo lamiendo las botas de su Dueño y estando a sus pies, encontrará la auténtica felicidad. no es un acto humillante, ni el perro se siente infravalorado al hacerlo, justo al contrario. es un acto de sumisión, de reconocimiento, de humildad, de veneración... es un acto que engrandece a los que lo hacen, porque manifiesta un orden y una relación que se ha establecido entre dos seres para una mejor existencia de ambos. el perro no es nada sin un Dueño, apenas un ser incompleto, y el Dueño acepta al perro para guiarlo, cuidarlo, enseñarlo y llevarlo a su pleno desarrollo. todo ese trabajo y esfuerzo por parte del Dueño lleva a un profundo sentimiento de agradecimiento por parte del perro, y éste se manifiesta lamiendo y limpiando sus botas. no es más que un gesto, pero encierra toda una dinámica que alimenta y sostiene la vida de ambos.
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