sábado, 22 de junio de 2013

minirelato CLXXIX

el esclavo estaba fuertemente atado a la silla, amordazado y con los ojos bien abiertos, viendo cómo se acercaba el Amo con el látigo. se agitó para intentar liberarse, gimió para suplicar clemencia. cuando todo eso fracasó el temor se hizo muy intenso y se orinó encima sin control.

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