el Amo ayer enseñó una gran verdad al esclavo: no es igual llevar la jaula del pene que no llevarla, estar atado que no estarlo. por supuesto es lógico, y evidente todo lo que el Amo dice, pero no es lo mismo saberlo que oírlo de su boca, con sus palabras. no es lo mismo estar a sus pies que vivir en la distancia, no es lo mismo estar permanentemente amordazado que vivir en silencio, pero sin mordaza. no es lo mismo. pero sí hay algo que permanece, la vida ofrecida en sumisión y obediencia al Dueño para que El decida por su propiedad; para que El tome las mejores decisiones para el perro, aunque éste no lo entienda; para que lleve al perro a su mayor grado de desarrollo como esclavo, consiguiendo así su realización personal. el precio que el perro tiene que pagar es algo que nunca debió tener, la libertad; la ganancia es algo que poca gente tiene, la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario