hoy el perro ha tenido una experiencia brutal, intensa y debe admitir que estaba equivocado. por fin se ha probado el dispositivo de castidad que llegó el martes, porque el Dueño quería saber si al final me quedaba bien. costó un poco, sobre todo porque no sabía bien como usarlo. cuando por fin cerré el candado, quedó un poco ajustado, tal vez demasiado para llevarlo puesto permanentemente, pero lo suficiente para saber que nada sería igual a partir de ahora. firme defensor de la castidad psicológica, sigue el perro pensando que es lo primero, verdad es que no es igual si tienes el dispositivo puesto. sentir los genitales sujetos, oprimidos, sujetos..... fue algo muy intenso, como si se hubiera apretado un interruptor. le dije al Amo que el perro se había sentido como si hubiera llegado a casa, a un lugar seguro. esto culminó lo de ayer, cuando el perro suplicó al Amo vivir no sólo en silencio, sino en castidad, y obediencia. el Dueño contestó "Un paso más". y así es.
no lo tuvo el perro puesto mucho tiempo, el suficiente para saber que quería vivir con uno puesto, y que el Dueño fuera quien tuviera la llave, la única llave. siguiendo órdenes del Amo se lo comentó el perro y el Dueño estuvo haciendo como siempre las apreciaciones adecuadas, puntualizando y reforzando lo básico: que el cuerpo de este perro le pertenece y no tiene derechos sobre él, que es del Dueño y sólo el Dueño tiene el control.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo
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