el golpe no había sido para tanto, aunque se sintió un poco mareado. apenas recordaba la ambulancia, el traslado al centro de salud y las palabras de los médicos. lo que sí recordó durante mucho tiempo fue la cara del enfermero cuando, al quitarle los pantalones para examinar la pierna, encontró la jaula de plástico que cubría su pene y el butt plug que tenía metido en el ano.
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