si tuviera que destacar una virtud de los Amos, algo que necesita sin falta un dominante, sin duda sería la paciencia. un Amo que comienza la búsqueda de su sumiso, con la intención de convertirlo en su esclavo debe llenarse de mucha, mucha paciencia. por el camino se encontrará con pasivos que dicen ser sumisos pero que realmente no lo son,con esclavos que aún se están desarrollando, y con dominantes con pieles de sumiso que dicen que se someten pero que realmente lo que quieren es manipular y controlar al Dominante.
los Amos esperan, pacientemente, a la persona adecuada, a ese ser deseoso de entregarse sinceramente, de sometes su voluntad; y como esos animales que esperan a que la presa caiga en sus garras, aguantan y se mantienen firmes hasta que llega el sumiso. entonces debe atraerlo con una negociación sincera y auténtica. cuando el esclavo descubre que eso es lo que andaba buscando, lo que siempre ha querido, es el momento de ponerle el collar o, en este caso de la imagen, la capucha. como el caballo salvaje que va a ser domesticado, tal vez el esclavo se rebele un poco, se revuelva o quiera quitárselo. pero también como los caballos salvajes, cuando son domados, se convierten en instrumentos obedientes de sus Amos. para llegar a eso hay que tener, sobre todo, mucha paciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario