domingo, 15 de julio de 2012

912 días de esclavitud, 9 de castidad


este perro estuvo en casa todo el día, prácticamente sin hacer nada. llevaba meses esperando estos días donde, sencillamente, no tienes nada que hacer. cualquier recién llegado al blog pensará que menudo esclavo estoy hecho, pero si mira un poco hacia atrás se darán cuenta que este año ha sido muy duro, durísimo y que este perro necesitaba recargar las pilas, y días como estos ayudan. además después de la excursión de ayer al yumbo, y a pesar de no haber bebido nada por tener que conducir, el cansancio se deja sentir.
intenté, por enésima vez, ponerme a redactar lo vivido en madrid, y este perro volvió a desistir. es como una imposibilidad, como si los sentimientos se agolparan de tal forma que no pudiera darle forma, encarnarlos en palabras. tuvo que dejarlo, no definitivamente, porque volverá a intentarlo nuevamente, pero le está costando más de lo que esperaba en un principio.
realmente no está cumpliendo este perro mucho con lo que se había propuesto para estos días, pero espera ponerse a partir de mañana seriamente.
una de las cosas que quería hacer era retomar los relatos que este perro ha dejado a medias en el blog, organizarlo un poco más e incluso ha considerado la posibilidad de darle otra vuelta a la estética. ¿alguna sugerencia?
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

1 comentario:

David A. dijo...

A mi ya me está bien tal y como está. ;-)