desde pequeño te enseñaron que todos somos igaules, que todos tenemos los mismo derechos, que tenemos las mismas. de oportunidades. con el paso del tiempo y la experiencia te das cuenta de que no es así y además sientes en tu interior que algo no va bien, que algo no es como debería ser. entonces empiezas a buscar y cuando ves a alguien en cueros, algo se mueve en tu interior. cuando encuenras un esclavo arrodillado ante su Amo, se produce un terremoto en tu interior. entras en contacto con algo desconocido que desmiente todo lo aprendido hasta entonces, todo lo aceptado hasta ese momento. comienza un proceso de destrucción y reconstrucción de ideas, sentimientos y comportamientos. y descubres que así eres feliz. por fin llega el gran momento, cuando aceptas que hay una jerarquía y que tú existes para servir a tu Amo, que él está por encima de ti, y tú por debajo suya. no es una diferencia de valor, sino de autoridad, de lugar, para que todo tenga un orden y un sentido.
1 comentario:
Sólo apartándonos de esa sociedad de iguales descubrimos lo único que para nosotros tiene sentido. Esa vieja palabra olvidada por casi todos y que sin embargo resume todo para nosotros, la que más repites últimamente: obediencia. No es un derecho, no es un deseo, debe ser sólo una realidad, la única realidad.
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